Esta tarde se ha revelado a la prensa el contenido de la caja negra del vuelo de Germanwings que se estrelló en los Alpes franceses en marzo de 2015, dejando un saldo de 150 muertos. Los detalles de los últimos momentos a bordo son escalofriantes y ofrecen una nueva comprensión del trágico suceso.

Según la información revelada, Andreas Lubitz, el copiloto del vuelo, sufría de problemas psicosomáticos y creía estar perdiendo la vista, aunque los médicos atribuyeron estos síntomas a sus problemas mentales. A pesar de estar bajo tratamiento médico, Lubitz aparentemente dejó de seguirlo y nunca informó a la aerolínea de su condición. La grabación de la caja negra, filtrada recientemente a los medios de comunicación, proporciona la primera información concreta sobre los eventos a bordo.

Las escenas en la zona del desastre han sido devastadoras, especialmente para los familiares de las víctimas que han llegado al lugar hoy. Según los fiscales que investigan el caso, Lubitz había tenido tendencias suicidas en el pasado, antes de obtener su licencia de piloto. Aunque recibió tratamiento psicoterapéutico y parecía haberse recuperado, la grabación de la caja negra revela cómo estas tendencias reaparecieron de manera trágica.

Durante el vuelo, a una altitud de 38.000 pies, el capitán informó a Lubitz que necesitaba ir al baño y le instruyó para que preparara el aterrizaje en Düsseldorf. Dos minutos después, el piloto salió de la cabina y, en ese instante, el avión comenzó a descender rápidamente. La torre de control alertó sobre el descenso inusual. Poco después, se escuchan golpes en la puerta de la cabina y la voz del capitán suplicando: “Por el amor de Dios, abre la puerta”. A 5.000 metros de altura, se oyen golpes metálicos contra la puerta, probablemente realizados por el capitán con un hacha, y su desesperada voz gritando: “Abre la maldita puerta”.

La caja negra también registra el momento en que el ala derecha del avión roza contra una montaña, seguido de los gritos de desesperación de los pasajeros. Después de eso, solo se escucha silencio. El avión quedó pulverizado en los Alpes franceses.

Estos detalles escalofriantes han indignado a los familiares de las víctimas. Una madre, cuyo hijo viajaba en ese avión, expresó en catalán su rabia y dolor, reflejando el profundo impacto emocional de la tragedia.

La revelación de estos detalles plantea serias preguntas sobre la salud mental y la seguridad en la aviación, reabriendo heridas para aquellos que perdieron a sus seres queridos en este trágico incidente.