Raúl De Molina, conductor del popular programa “El Gordo y la Flaca”, estuvo a punto de enfrentar una crisis matrimonial debido a un beso inesperado que recibió en la boca durante una transmisión en vivo.

De Molina relató que, tras el programa, intentó llamar a su esposa para avisarle que estaba de camino a casa, pero ella no respondió. “Estaba enojadísima y no cogió el teléfono”, comentó.

Al parecer, su hija, Mía, llamó a su madre enojadísima, puesto que la pequeña había recibido la noticia a través de una niñera que sigue el programa en Twitter. “Ella estaba bravísima y dijo que le iba a poner las maletas en la puerta”, recordó Raúl.

El incidente, que inicialmente parecía inofensivo, casi le cuesta el matrimonio, mostrando que incluso las figuras públicas no están exentas de enfrentar consecuencias personales por sus acciones en televisión.