En un giro inesperado, el Departamento de Antilavado de Activos de la Procuraduría General de la República ha llevado a cabo un interrogatorio crucial con Winston Rizik, señalado como el narcotraficante más influyente y peligroso de la República Dominicana. En este tenso encuentro, dirigido por Miranda Villalona, Rizik se enfrentó a una serie de preguntas sobre sus actividades delictivas, sus conexiones y sus reveladoras afirmaciones.
Desde sus inicios como empresario hasta sus días tras las rejas, Rizik detalló una vida marcada por el juego, el poder y la intriga. Negando su participación en la posesión de armas de guerra y drogas encontradas en su residencia, Rizik ofreció una versión alternativa de los eventos, desafiando las acusaciones en su contra.
Lo más impactante de su testimonio fue la confesión de su presunto control sobre los negocios dentro de la cárcel de Najayo, donde afirmó haber sido el cerebro detrás de operaciones comerciales clandestinas. Desde la distribución de agua embotellada hasta la autorización de la instalación de equipos, Rizik reveló un cuadro de corrupción y poder dentro de los muros de la prisión.
Además, hizo acusaciones directas contra figuras prominentes, incluyendo a políticos y empresarios, a quienes afirma haber prestado dinero en efectivo durante su tiempo tras las rejas. Entre sus afirmaciones más controvertidas se encuentra el señalamiento de Pascual Cabrera como el instigador de un intento de asesinato en su contra, un episodio que revela una red de rivalidades mortales en los círculos del crimen organizado.
A pesar de sus declaraciones, Rizik se mantuvo firme en su negativa a aceptar su papel como narcotraficante, insistiendo en que sus encuentros con la ley fueron mal interpretados o fabricados. Sin embargo, su relato de una fortuna acumulada en propiedades y transacciones financieras opacas plantea interrogantes sobre la verdadera naturaleza de sus actividades comerciales.
Este interrogatorio arroja luz sobre los oscuros rincones del crimen y la corrupción en la República Dominicana, dejando al descubierto una red de influencia y delito que desafía las fronteras de lo legal y lo moral. Con las revelaciones de Rizik en manos de las autoridades, queda por ver qué acciones tomarán para desentrañar la verdad detrás de sus palabras.