Una disputa entre vecinas por el uso de una llave de agua común terminó en violencia en una pensión ubicada en la Tercera, en Santo Domingo. Crisleidy Jiménez, una de las involucradas, denunció ante medios locales que fue atacada con un arma blanca por su vecina identificada con el mismo nombre de la víctima, luego de llamarle la atención por dejar abierta la llave del agua en el pasillo, lo que provocaba filtraciones hacia su habitación. “Yo solo le pedí que cerrara la llave de agua y secara el pasillo, y parece que eso la molestó”, explicó la víctima, quien ahora enfrenta una posible cirugía en el rostro debido a la herida causada.

“Ella me tiró por detrás. Yo tengo puntos en la espalda y en la cara”, dijo la víctima. El hecho ha causado conmoción entre los vecinos, quienes afirmaron que no esperaban un desenlace tan violento por un conflicto cotidiano.

Las autoridades investigan el caso, mientras Jiménez exige justicia y una compensación por los daños físicos que sufrió.

Para evitar incidentes como el ocurrido entre vecinas en una pensión de Santo Domingo, es fundamental promover una comunicación respetuosa y directa entre los inquilinos. Cuando surgen desacuerdos por el uso de espacios o servicios comunes, como una llave de agua, lo ideal es hablar de forma calmada, sin ofensas ni amenazas, para aclarar malentendidos y buscar soluciones. También es importante establecer reglas claras de convivencia que todos respeten, lo cual puede ser gestionado por el propietario del inmueble o mediante acuerdos entre los residentes.

Además, es clave evitar las confrontaciones físicas y optar por mecanismos de mediación cuando el conflicto persiste. Acudir a una tercera persona neutral, como el encargado de la pensión, una junta de vecinos o incluso las autoridades, puede prevenir que una discusión escale a la violencia. Fomentar una cultura de tolerancia, respeto y convivencia pacífica ayuda a construir ambientes seguros y solidarios, donde todos puedan vivir en armonía, sin miedo ni agresiones.