Parlamentarios iraníes queman bandera de EE. UU. y lanzan amenazas nucleares.

Teherán – En una sesión cargada de tensión y simbolismo, varios miembros del Parlamento iraní quemaron una bandera de Estados Unidos mientras coreaban “¡Muerte a América!”, en señal de rechazo a la postura de Washington respecto al acuerdo nuclear con Irán. El hecho, captado en video y difundido ampliamente en redes sociales, ha generado reacciones tanto dentro como fuera del país.

La protesta se produce en un contexto de crecientes tensiones entre Irán y Estados Unidos, tras reiteradas declaraciones del expresidente Donald Trump contra el acuerdo nuclear firmado en 2015. Según los legisladores iraníes, las acciones de Washington demuestran una política de “hostilidad constante” hacia la República Islámica.

Durante la misma intervención, uno de los parlamentarios advirtió que si Europa, Rusia y China no toman un rol más activo para llenar el vacío dejado por EE. UU. en el escenario internacional, el acuerdo nuclear podría verse en peligro. “Quizás haya una manera de continuar por este camino. De lo contrario, Irán hará entrar en razón al presidente Trump con sus acciones nucleares”, afirmó.

La advertencia incluye una clara amenaza: Irán podría abandonar los compromisos adquiridos bajo el Plan de Acción Integral Conjunto (PAIC). “Deben saber que, en tales circunstancias, Irán no se comprometerá a mantener su postura anterior sobre el tema nuclear”, señalaron los parlamentarios.

Mientras tanto, las potencias europeas han llamado a la moderación, buscando preservar el acuerdo y evitar una nueva escalada en Medio Oriente. No obstante, la dramática escena con los parlamentarios iraníes subraya el grado de frustración que existe en Teherán frente a la falta de avances diplomáticos y las persistentes sanciones económicas.

Tensión entre EE.UU. e Irán

Las tensiones entre Estados Unidos e Irán se remontan a décadas de conflictos diplomáticos, sanciones económicas y disputas geopolíticas, especialmente tras la Revolución Islámica de 1979 y la posterior toma de la embajada estadounidense en Teherán. Desde entonces, la relación ha estado marcada por enfrentamientos indirectos, apoyo a bandos opuestos en conflictos regionales y acusaciones mutuas de desestabilización.

La retirada de Estados Unidos del acuerdo nuclear en 2018, bajo la administración de Donald Trump, reavivó una fuerte confrontación, llevando a nuevas sanciones y al colapso parcial del pacto que limitaba el programa nuclear iraní.

A partir de ese momento, Irán ha endurecido su postura, al tiempo que Estados Unidos ha reforzado su presencia militar en la región y ha impulsado una política de máxima presión económica. Aunque ha habido intentos de retomar el diálogo durante la administración de Joe Biden, el ambiente de desconfianza y los intereses divergentes de ambas naciones han impedido avances significativos.

La situación sigue siendo volátil, con constantes amenazas de nuevas sanciones o represalias militares, mientras el programa nuclear iraní continúa siendo el eje central del conflicto.