Santo Domingo, R.D. — El periodista Julio Martínez Pozo se alineó este jueves con el senador estadounidense Marco Rubio, quien recientemente cuestionó duramente el papel de la Organización de Estados Americanos (OEA) ante la crisis haitiana. “Rubio tiene razón cuando dice que la OEA no sirve”, afirmó Pozo tras denunciar que el organismo hemisférico parece más interesado en criticar a la República Dominicana que en buscar soluciones reales al colapso institucional en Haití.

“Si la OEA no tiene capacidad para intervenir o proponer una salida a un conflicto regional como el haitiano, entonces ¿para qué sirve?”, preguntó retóricamente el veterano comunicador, advirtiendo que el simposio de alto nivel que se celebra hoy en Washington podría terminar en críticas hacia las medidas migratorias dominicanas, en vez de enfocarse en la raíz del problema.

Martínez Pozo alertó sobre una posible tendencia del organismo a reproducir posturas similares a las de Amnistía Internacional o la ONU, que cuestionan las deportaciones de embarazadas y menores haitianos. “Si no se pueden deportar niños ni embarazadas, entonces estamos condenando a la República Dominicana a asumir sola una crisis que no provocó”, sentenció.

El periodista también señaló que este tipo de cuestionamientos no toman en cuenta la realidad del país y sus limitadas capacidades. “Los que quieran maternidades en Haití, que las construyan. Que no pretendan que la República Dominicana cargue con eso”, subrayó con firmeza.

Según Martínez Pozo, mientras la OEA permanece inoperante ante el caos en Haití, sí es diligente para intentar frenar la autodeterminación dominicana. “La ética no se pregona, se demuestra”, concluyó, en clara alusión tanto al organismo hemisférico como a sectores del gobierno dominicano que, según él, carecen de coherencia entre el discurso y la práctica.

Martínez Pozo concluyó su comentario reiterando que la ética, al igual que la diplomacia y la soberanía, no puede estar sujeta a discursos vacíos ni a estructuras internacionales inoperantes. “Si la OEA no puede ayudar a resolver una crisis como la de Haití, entonces no sirve. Y si el gobierno habla de ética mientras permite que la Cámara de Cuentas esté secuestrada por la impunidad, tampoco sirve ese discurso”, sentenció. En un panorama regional donde la presión extranjera es constante y muchas veces hipócrita, advirtió que la República Dominicana debe mantenerse firme, actuar con dignidad y no permitir que instancias fallidas como la OEA dicten el rumbo de su política interna ni su responsabilidad con el pueblo dominicano.