La Marina de México llevó a cabo un operativo de rescate en altamar, donde fueron hallados 28 jóvenes a bordo de una embarcación, entre ellos 27 menores de edad. La lancha fue detectada cuando navegaba en condiciones precarias frente a las costas del Pacífico, lo que llevó a los marinos a intervenir de inmediato para evitar una posible tragedia.

Según las autoridades, los menores provenían del estado de Chiapas y se encontraban regresando desde Baja California Sur, donde habían sido trasladados con la promesa de realizar trabajos agrícolas. Sin embargo, al llegar al destino, se les impidió laborar al no contar con permisos de sus padres o tutores legales, por lo que emprendieron el regreso por su cuenta.

El caso generó alarma en un principio, pues se sospechó que podría tratarse de un secuestro o un intento de tráfico de personas. No obstante, tras las primeras investigaciones y declaraciones de los propios jóvenes, las autoridades descartaron ambas hipótesis, confirmando que se trataba de jornaleros que habían sido trasladados de manera irregular.

Los adolescentes y niños fueron puestos bajo resguardo de las autoridades correspondientes, quienes aseguraron que todos se encontraban en buen estado de salud. La Marina informó que se les brindó atención médica, alimentación y acompañamiento psicológico antes de ser trasladados a tierra firme.

El gobierno mexicano reiteró su compromiso con la protección de la niñez y la vigilancia de las rutas marítimas utilizadas para el traslado irregular de personas. Además, se abrió una investigación para determinar quién organizó el transporte de los jóvenes y si existió algún tipo de negligencia o responsabilidad penal en el manejo de la embarcación.