Intercambio de disparos frente a destacamento deja heridos a mayor de la Policía y a un civil en Santo Domingo Este
Santo Domingo Este.— La Policía Nacional informó que investiga un incidente ocurrido la noche del martes 1 de julio frente al destacamento del sector Invivienda, donde un mayor de la institución y un ciudadano resultaron heridos de bala durante un intercambio de disparos.
De acuerdo con el informe preliminar, el hecho se produjo cuando el mayor Alberto David Matos Puello, de 51 años, se presentó armado al destacamento, presuntamente alterado, lo que desató una confrontación en la que él mismo resultó herido. En medio del intercambio de disparos, también fue alcanzado por los disparos un civil identificado como Soto Soto, según las primeras indagatorias.
Las autoridades indicaron que el suceso es objeto de una investigación a cargo de la Inspectoría General y la Dirección de Asuntos Internos de la Policía Nacional, en coordinación con el Ministerio Público. Como parte de las diligencias, se están analizando cámaras de videovigilancia, recolectando evidencias balísticas y entrevistando a testigos del hecho.
El intercambio de disparos se originó luego de que agentes intervinieran un colmado próximo al destacamento durante un operativo contra la obstrucción de espacios públicos y la contaminación sónica. En la escena fueron recolectados ocho casquillos calibre 9mm, bajo supervisión del Ministerio Público, mientras se esclarecen los detalles y posibles responsabilidades del suceso.
La contaminación sónica, también conocida como contaminación acústica, es un problema creciente en la República Dominicana, especialmente en zonas urbanas y residenciales. Esta forma de contaminación se produce por la emisión excesiva de ruidos provenientes de vehículos con bocinas alteradas, colmadones con música a alto volumen, centros de diversión nocturna, iglesias, talleres, y actividades comerciales sin control de sonido.
En muchas comunidades, el ruido constante perturba el descanso, la salud mental y la calidad de vida de los ciudadanos, generando estrés, insomnio, e incluso problemas cardiovasculares a largo plazo.
A pesar de que existen normativas como la Ley 64-00 sobre Medio Ambiente y Recursos Naturales, y reglamentos municipales que regulan los niveles de ruido, su aplicación es limitada por la falta de fiscalización y la permisividad social.
Las autoridades, como la Policía Nacional y el Ministerio de Medio Ambiente, realizan operativos esporádicos, pero la reincidencia de los infractores refleja la necesidad de mayor conciencia ciudadana y una acción estatal más firme. La contaminación sónica no solo es una molestia: es una amenaza silenciosa que impacta directamente la salud pública y el orden social.