Ciudad de México. — La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, optó este jueves por cerrar la controversia diplomática con El Salvador tras la disputa generada por la intercepción de una avioneta con cocaína en territorio mexicano, presuntamente proveniente del país centroamericano.

En su tradicional conferencia matutina, Sheinbaum restó importancia al cruce de declaraciones con el presidente salvadoreño, Nayib Bukele, quien el miércoles negó que la aeronave hubiera despegado desde su nación y exigió una “rectificación inmediata”, además de llamar a consultas a su embajadora en México. “Ya lo aclaró el secretario (de Seguridad, Omar García Harfuch). No hay que hacer un tema político de esto”, dijo la mandataria, evitando ahondar en el conflicto.

El presidente Bukele, a través de la red social X, defendió que la avioneta incautada ingresó el 3 de julio por Costa Rica y sobrevoló el océano Pacífico, lejos del espacio aéreo salvadoreño. En una segunda publicación, apoyó su argumento con un gráfico de la trayectoria del vuelo y un informe de la agencia estadounidense JIATFS Key West, especializada en el monitoreo del tráfico aéreo ilícito, que descarta el paso de la nave por El Salvador o Nicaragua.

Por su parte, el secretario García Harfuch reiteró que el sistema de vigilancia mexicano registró la aeronave en espacio aéreo salvadoreño, contradiciendo la versión del gobierno de Bukele. Aun así, Sheinbaum insistió en no escalar el diferendo: “No vamos a polemizar sobre este tema”. La tensión entre ambos gobiernos parece apaciguarse, aunque persisten versiones enfrentadas sobre el origen real del vuelo sospechoso.