Los gallos de pelea son aves criadas y entrenadas específicamente para participar en combates, una práctica conocida como “peleas de gallos”. Estas aves, generalmente machos de razas seleccionadas por su agresividad, fuerza y resistencia, son sometidas a un proceso de adiestramiento que incluye dietas especiales, ejercicios físicos y cuidados veterinarios para aumentar su rendimiento en el ruedo. Las peleas suelen desarrollarse en espacios llamados galleras, donde los animales se enfrentan mientras son observados por espectadores que, en muchos casos, apuestan dinero por el resultado.
Aunque esta tradición tiene profundas raíces culturales en países como República Dominicana, México, Colombia y Filipinas, también ha sido objeto de controversia. Organizaciones defensoras de los derechos de los animales critican la práctica por considerarla cruenta y cruel, ya que frecuentemente los gallos resultan heridos o mueren. En algunos lugares las peleas están reguladas, mientras que en otros son completamente ilegales. A pesar de esto, el mundo de las peleas de gallos sigue moviendo grandes cantidades de dinero, tanto por las apuestas como por la venta y cría de aves de alto valor.