El Poder Judicial dominicano dio inicio a la segunda fase de su proceso de transformación digital con la habilitación de nuevas salas y oficinas que servirán para trasladar las operaciones judiciales desde el antiguo edificio de la Corte de Apelación del Distrito Nacional. Esta etapa forma parte de los esfuerzos por modernizar la administración de justicia en el país.

Durante el recorrido por las nuevas instalaciones, se confirmó que tres salas de audiencias penales y sus respectivas oficinas ya están listas en la segunda planta para recibir procesos judiciales. Asimismo, se anunció que otras cuatro salas, correspondientes a materias civiles y comerciales, han sido adecuadas, restando únicamente el traslado del personal judicial.

Una de las principales innovaciones es el acceso en línea a los calendarios de audiencias, lo que permite a abogados y usuarios conocer los casos programados sin necesidad de acudir físicamente a los tribunales. Aunque la virtualidad ha facilitado muchos procesos, también ha generado algunas quejas por parte de los abogados, quienes demandan mejoras en la implementación tecnológica y conectividad.

La presidenta de la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia, Nancy Salcedo, explicó que esta transformación no solo es física, sino también funcional, ya que la digitalización permite mayor transparencia y eficiencia en la gestión de los casos. “Ahora, desde la misma página del Poder Judicial, cualquier abogado puede saber cuántas audiencias tiene hoy, mañana y durante toda la semana. Eso les permite ejercer su labor con mayor control y responsabilidad”, afirmó.

Este proceso se enmarca dentro del Plan Estratégico Visión Justicia 20/24, que busca modernizar el sistema judicial dominicano y acercar la justicia a los ciudadanos. Con la implementación de nuevas herramientas tecnológicas, el Poder Judicial persigue reducir los retrasos procesales, garantizar la transparencia y facilitar el acceso a la información para todos los actores del sistema.

Sin embargo, pese a los avances, persisten desafíos. Algunos abogados han expresado preocupaciones sobre la virtualidad, especialmente en cuanto a la calidad de las conexiones, la disponibilidad de recursos tecnológicos en algunas demarcaciones y la necesidad de mayor capacitación para enfrentar el nuevo modelo. Aun así, las autoridades aseguran que seguirán fortaleciendo esta transformación para garantizar una justicia más moderna, ágil y cercana.