La comunicadora Nilda Alaniz hizo un encendido llamado a las autoridades este viernes desde su espacio en Panorama FM, denunciando que en República Dominicana la justicia no actúa con igualdad cuando el denunciante es un hombre. A propósito del caso de Jonathan Brito García, un padre cuya hija fue presuntamente maltratada por su madre y se encuentra entre la vida y la muerte, Alaniz criticó que el sistema haya devuelto la custodia a la mujer a pesar de las advertencias del padre. “Aquí hay muchos hombres que han sido ignorados al denunciar, y algunos casi salen presos por atreverse a hablar”, expresó con indignación.

Durante su comentario, Alaniz pidió crear un organismo especializado para proteger al hombre que se encuentra en estado de indefensión frente a un sistema que, según ella, muchas veces actúa por prejuicio. “¿Qué vamos a hacer con esos hombres responsables que claman justicia? ¿A quién acuden cuando el mismo sistema los desoye?”, se preguntó.

Enfatizó que así como se combate la violencia de género contra la mujer, también se debe garantizar una justicia equitativa cuando el afectado es un hombre, recordando que hay padres que aman, crían y defienden a sus hijos con la misma dignidad.

Violencia de género

La violencia de género en República Dominicana continúa siendo un grave problema social que afecta tanto a mujeres como a hombres, aunque con mayor frecuencia y severidad hacia las primeras, según estadísticas oficiales. Este tipo de violencia abarca agresiones físicas, psicológicas, sexuales y económicas ejercidas en el marco de relaciones afectivas, familiares o de poder, sin importar el sexo de la víctima.

Las instituciones del Estado, así como diversas organizaciones sociales, han intensificado sus esfuerzos en prevención, atención y sanción, pero persisten retos significativos en materia de educación, acceso a justicia y protección efectiva.

Si bien la mayoría de los casos reportados involucran a mujeres como víctimas, también existen situaciones donde los hombres sufren violencia por parte de sus parejas, aunque estos casos tienden a estar menos visibilizados y denunciados. La imparcialidad en el abordaje del tema es fundamental para garantizar una política de prevención inclusiva, que reconozca y atienda cualquier manifestación de violencia basada en el género o en roles tradicionales que fomentan el abuso de poder en las relaciones.

La erradicación de este fenómeno requiere un enfoque integral, con énfasis en la equidad, la sensibilización y el fortalecimiento de la cultura de paz y respeto mutuo.