Ciudad del Vaticano.– En una ceremonia solemne celebrada en el Palacio Apostólico, el embajador extraordinario y plenipotenciario de la República Dominicana ante la Santa Sede, Víctor Valdemar Suárez Díaz, presentó sus cartas credenciales ante Su Santidad el Papa León XIV. Este acto formal marca el inicio oficial de sus funciones diplomáticas como representante del Estado dominicano ante el Vaticano.

Durante el encuentro, el embajador Suárez Díaz expresó al Santo Padre el profundo respeto y aprecio del pueblo dominicano hacia la Santa Sede, así como su compromiso de fortalecer los lazos históricos y espirituales que unen a ambas naciones. Señaló que trabajará activamente por una diplomacia fundamentada en el respeto mutuo, la cooperación multilateral y el entendimiento entre los pueblos.

El diplomático reafirmó el interés de la República Dominicana en colaborar con los esfuerzos de la Iglesia en materia de desarrollo humano integral, promoción de la paz y protección del medio ambiente. Como muestra de la cultura y espiritualidad del pueblo dominicano, el embajador obsequió al Papa una pieza única tallada en ámbar que representa a Cristo Vivo y Misericordioso, inspirada en la escultura que se encuentra en el Jardín Botánico de Santiago de los Caballeros, su ciudad natal.

Asimismo, Suárez Díaz renovó la invitación oficial para que el Papa León XIV realice una visita apostólica a la República Dominicana, gesto que reafirma los estrechos vínculos entre la nación caribeña y el Estado Vaticano.

El Papa León XIV agradeció el gesto del embajador Suárez Díaz y valoró la cercanía espiritual del pueblo dominicano con la Iglesia Católica, destacando la importancia del diálogo, la solidaridad y la defensa de la dignidad humana como pilares fundamentales de la misión diplomática compartida. También expresó su gratitud por la invitación a visitar la República Dominicana, asegurando que mantiene al país en sus oraciones.

La presentación de credenciales refuerza el compromiso de la República Dominicana con la Santa Sede en temas de interés común, como la promoción de la paz, la justicia social y la defensa de los más vulnerables. Con esta misión diplomática, el país caribeño consolida su papel activo en el escenario internacional a través de una política exterior centrada en los valores humanos y espirituales.