Altagracia Salazar: ‘Que bueno que se robaron los cables del metro’.
La comunicadora Altagracia Salazar sorprendió a la audiencia esta tarde al comentar irónicamente sobre el reciente robo de cables del sistema de metro de Santo Domingo. Durante su programa, Salazar dijo: “Qué bueno que se los robaron”, en referencia a los cables del metro, generando una oleada de reacciones en las redes sociales y en los medios de comunicación.
Salazar aprovechó la oportunidad para reflexionar sobre la problemática del robo de chatarra y la inseguridad que azota a República Dominicana. En su discurso, afirmó que estos delitos no solo evidencian la falta de control y regulación en la exportación de chatarra, sino también la fragilidad del sistema de seguridad en las infraestructuras públicas.
“Se robaron los cables del metro, la verja del palacio, los rieles del azúcar, y todo vuelve a lo mismo: la exportación de chatarra alimenta la delincuencia. Aquí no hay autoridad que pueda detenerlo porque el negocio de la chatarra es más rentable que cualquier otra cosa”, expresó Salazar, quien también criticó la pasividad de las autoridades frente a estos delitos.
Sus palabras generaron controversia, con algunos usuarios en redes sociales apoyando su postura y otros criticando la insensibilidad de su comentario en medio de los problemas de inseguridad que enfrentan los ciudadanos. Sin embargo, Salazar argumentó que su comentario busca poner en evidencia una realidad que muchos prefieren ignorar.
Este incidente vuelve a poner sobre la mesa la problemática del robo de infraestructura y la exportación ilegal de chatarra en República Dominicana, un problema que afecta la seguridad y el desarrollo del país.
Detalles del robo de los cables
El reciente robo de cables en la extensión del Metro de Santo Domingo expuso una vulnerabilidad crítica en la infraestructura del país. Ladrones sustrajeron dos rollos de cable sustantivo de alta capacidad —aparentemente de cobre— en un recinto que debía contar con seguridad reforzada; el atraco fue descubierto cuando ya estaban a punto de ser embarcados con destino a China, saltándose controles aduanales y logísticos.
La investigación, realizada en colaboración entre la Policía y el Ministerio Público, determinó que personal de seguridad interna colaboró deshabilitando sistemas de vigilancia, lo que facilitó el acceso al camión transportador de la mercancía sustraída.
Este tipo de robos no solo afecta proyectos de movilidad como el Metro, sino que amenaza la seguridad pública: la falta de iluminación en zonas no reparadas puede convertirse en caldo de cultivo para otros delitos comunes.
Además, la sustracción de cobre tiene un impacto económico significativo, pues interrumpe operaciones, retrasa obras y genera costos millonarios para la reposición y reforzamiento de medidas. El Procurador General ha calificado este tipo de delito como una amenaza a la seguridad nacional, ya que descompone servicios esenciales y debilita la gobernabilidad.