Gaspar Hernández, Espaillat — El sacerdote Francisco, párroco de la Iglesia Sagrado Corazón de Jesús en Veragua, denunció públicamente el estado de abandono en que se encuentra la policlínica local, cuya remodelación fue iniciada hace casi tres años y aún no ha sido concluida.
Según expresó el religioso, los pacientes de la comunidad continúan recibiendo atenciones médicas en un espacio improvisado dentro de una funeraria del sector, una situación que ha generado indignación entre los residentes. “Eso es para cuando usted se enferme, que usted se muera, lo van a velar ahí mismo, porque eso es lo que vale el pobre en este país”, declaró con tono de frustración el párroco, al denunciar la precariedad del servicio de salud en la zona.
La policlínica, que prestaba servicios a numerosos sectores como Batey Ginebra, Las Marías y El Semillero, permanece cerrada por trabajos inconclusos, afectando directamente a cientos de familias. “Esto está lleno de gente. Por favor, no nos dejen sin nuestra policlínica. La solución es simple: que alguien tome esto en sus manos y la terminen. No creo que sea tan difícil”, clamó el sacerdote.
La comunidad de Veragua exige una pronta intervención de las autoridades de salud y del gobierno central para reanudar y concluir los trabajos, y devolver a los ciudadanos un espacio digno para recibir atención médica.
El centro de salud, que antes brindaba servicios básicos de consulta, emergencias y atención preventiva, era un punto vital para la salud de los residentes de esta zona rural. Con su cierre prolongado, las personas deben desplazarse a otros municipios como Moca o Río San Juan para recibir atención médica, lo que representa un gasto adicional en transporte y pone en riesgo la vida de quienes necesitan asistencia urgente.
Líderes comunitarios y organizaciones sociales han realizado múltiples llamados a las autoridades locales y nacionales, pero hasta ahora no han recibido respuestas concretas. “La salud es un derecho, no un lujo. No es posible que un pueblo con tanta gente esté prácticamente abandonado en este tema tan vital”, expresó uno de los dirigentes barriales durante una reunión comunitaria reciente.
La situación de la policlínica de Veragua es reflejo de una problemática más amplia en varias comunidades del país, donde obras iniciadas quedan inconclusas y terminan afectando directamente a la población más vulnerable. Los moradores esperan que esta denuncia sirva como un llamado de atención urgente al Ministerio de Salud Pública y al Gobierno central para que actúen con responsabilidad y sensibilidad social.



