La Vega, R.D. – Una joven de 25 años resultó herida de bala por su expareja, un vigilante privado que abandonó su puesto de trabajo para cometer el hecho en la madrugada de este martes, en un acto de aparente motivación pasional ocurrido en el sector barrio Coco, de esta ciudad.
La víctima, identificada como Teresa Miguelina Morel Fernández, fue encontrada con una herida de bala en el costado izquierdo y apenas consciente. Según testigos, alcanzó a mencionar el nombre de su agresor, Melvin Vladímir Valenzuela Arias, de 34 años, quien fue arrestado momentos después del suceso. El incidente tuvo lugar en la calle Blanquito Espinal, donde vecinos alertaron a las autoridades al escuchar los disparos.
El agresor, quien prestaba servicio como vigilante privado, habría dejado su arma de reglamento, su cartera y un motor antes de abandonar su puesto y dirigirse al lugar donde se encontraba su expareja. La empresa de seguridad para la que laboraba se desligó de sus acciones, aclarando que actuó por cuenta propia. La joven herida fue trasladada de urgencia al Hospital Dr. Luis Manuel Morillo King, donde recibe atenciones médicas mientras el Ministerio Público profundiza las investigaciones.
Violencia de género en RD: una problemática persistente
La violencia de género sigue siendo una de las principales problemáticas sociales en la República Dominicana, afectando especialmente a mujeres y niñas en todos los niveles socioeconómicos. A pesar de los esfuerzos estatales y las campañas de concienciación, los feminicidios y agresiones físicas, emocionales y sexuales continúan ocurriendo con alarmante frecuencia. Según datos de organismos nacionales, cada año decenas de mujeres pierden la vida a manos de sus parejas o exparejas, muchas veces después de haber denunciado amenazas sin recibir protección efectiva.
Las causas de esta violencia son diversas, incluyendo patrones culturales machistas, desigualdad de poder en las relaciones, falta de educación en equidad de género, y deficiencias en el sistema judicial. Aunque se han implementado unidades de atención integral y se han endurecido las penas para agresores, aún persiste la necesidad de mayor prevención, educación y acompañamiento institucional. Organizaciones de la sociedad civil insisten en que solo mediante una transformación profunda de las normas sociales y una respuesta estatal más ágil se podrá reducir el impacto devastador de esta violencia en la sociedad dominicana.



