Residentes del sector La Guáyiga manifestaron su rechazo rotundo a la presunta intención de instalar un punto de venta de drogas en su comunidad, tras los estragos que la delincuencia y el narcotráfico han causado en el pasado reciente. La preocupación se intensificó luego de que circularan rumores sobre el regreso de personas vinculadas a la venta de sustancias ilícitas, lo que encendió las alarmas entre los habitantes.
Recordaron que hace varios meses, un enfrentamiento por el control de drogas dejó cinco personas muertas, convirtiendo al barrio en un escenario de violencia constante. “Esto parecía una zona de guerra. No queremos volver a vivir con miedo”, expresó un comunitario durante una reunión en la que participaron juntas de vecinos, comerciantes y representantes de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD).
Los residentes clamaron por la intervención urgente de las autoridades para preservar la seguridad de la comunidad, especialmente de los niños que juegan en las calles cercanas al lugar donde se pretende establecer el punto. “No queremos repetir esa pesadilla. Las autoridades deben actuar ya”, sentenció una vecina, quien perdió a su nieto en medio de un hecho violento vinculado al narcotráfico.
Los munícipes valoraron positivamente el acercamiento de la DNCD, pero exigen acciones firmes que impidan que el sector vuelva a ser rehén del microtráfico y la violencia.
Además de exigir la intervención de las autoridades, los residentes hicieron un llamado a la unidad de toda la comunidad para mantenerse vigilantes y denunciar cualquier intento de reinstalar negocios ilegales. “Esto no es solo responsabilidad de la DNCD; nosotros también tenemos que cuidar nuestro barrio, proteger a nuestros hijos y evitar que vuelva la oscuridad”, manifestó un dirigente comunitario.
La reunión concluyó con el compromiso de los presentes de continuar organizándose y realizar más encuentros preventivos. También solicitaron al Gobierno la implementación de programas sociales, actividades culturales y espacios deportivos que alejen a los jóvenes de la delincuencia y ofrezcan oportunidades reales de desarrollo.