El comunicador Julio Alberto Ernesto respaldó este martes la sentencia 0225-25 del Tribunal Constitucional que prohíbe al Ministerio Público utilizar sobrenombres o apodos en los expedientes judiciales, al considerar que esta práctica vulnera el debido proceso y la presunción de inocencia.

Durante su comentario en el programa Rumba de la Mañana, Ernesto calificó la decisión del alto tribunal como “trascendental” y afirmó que este fallo “beneficia al país”, más allá de cualquier implicado actual en procesos judiciales.

“No puede ser que se le ponga nombre de animales o figuras mitológicas a una investigación. Eso construye una narrativa mediática que sentencia socialmente a los investigados antes de que hablen los jueces”, sostuvo el comunicador, en referencia a nombres como Operación Pulpo, Operación Tiburón u Operación Medusa.

Ernesto también citó un fragmento del propio Tribunal Constitucional, el cual argumentó que el uso indiscriminado de motes “induce al juez y al público a determinar la culpabilidad sin juicio previo ni condenación que refrende las imputaciones”.

El comunicador advirtió que esta estrategia forma parte de un fenómeno conocido como lawfare (o guerra jurídica), donde se instrumentaliza el sistema de justicia con fines políticos, apoyado en una campaña mediática previa.

“Esto no es solo sobre Jan Alain Rodríguez ni sobre un solo caso. Es una advertencia para todos. Hoy investigan a uno, mañana pueden investigarte a ti. El respeto al debido proceso no puede ser selectivo”, dijo.

Ernesto criticó además el silencio de las altas instancias del Poder Judicial ante estas prácticas, y llamó al presidente de la Suprema Corte de Justicia a pronunciarse en defensa de los jueces y del equilibrio institucional.

Finalmente, recordó que muchos casos de corrupción están a punto de cumplir el plazo legal de cuatro años sin que inicien formalmente sus juicios, advirtiendo sobre el riesgo de que estos colapsen si no se respetan los plazos y procedimientos establecidos por el Código Procesal Penal.

“No se puede construir justicia desde el espectáculo ni desde el apodo. Se construye con pruebas, juicio y respeto a los derechos fundamentales”, concluyó.