El comunicador Johnny Vásquez encendió el debate público tras declarar que los haitianos deberían construirle un monumento al presidente dominicano Luis Abinader, por la forma en que ha defendido el tema haitiano en la comunidad internacional. Durante una de sus intervenciones, Vásquez expresó que, en lugar de criticar a la República Dominicana, Haití debería agradecerle por la solidaridad histórica brindada por el pueblo dominicano.

“Luis Abinader ha llevado la situación haitiana a todos los foros internacionales. Haití no puede seguir viviendo del victimismo ni de las dádivas de los demás”, sostuvo Vásquez. Agregó que el Estado dominicano ha ofrecido apoyo en áreas como la salud, señalando que más del 30 % de los partos en hospitales públicos dominicanos son de mujeres haitianas. “¿Tú sabes cuánto cuesta una cesárea en una clínica? Aquí se la hacen gratis a mujeres que no son dominicanas”, dijo.

Vásquez también se refirió a las recientes declaraciones del presidente Abinader sobre el aumento salarial para los servidores públicos de más bajo ingreso, destacando que “gobernar no es un juego” y que se debe valorar la estabilidad social del país. Defendió la figura presidencial, alegando que en un país democrático como República Dominicana cualquiera se siente con derecho a insultar al presidente, sin valorar el peso y la responsabilidad del cargo.

El comunicador llamó al liderazgo haitiano a dejar de culpar a terceros por su crisis interna y a asumir un rol más activo en la solución de sus problemas. En ese sentido, afirmó: “Haití debe trabajar. Dejen de echarle la culpa a los demás y empiecen a construir su país como lo ha hecho el nuestro, que ha salido adelante tras huracanes, pandemia y crisis económica”.

Situación migratoria en RD

La migración irregular de ciudadanos haitianos hacia la República Dominicana ha sido un tema persistente debido a la crisis en Haití y la cercanía geográfica entre ambos países. Muchos haitianos llegan al país en busca de mejores condiciones de vida, pero sin los documentos necesarios para regularizar su estatus, lo que ha generado un incremento significativo de personas indocumentadas en territorio dominicano. En respuesta, el gobierno ha implementado operativos de control migratorio a través de la Dirección General de Migración y las Fuerzas Armadas, con el objetivo de identificar y repatriar a los inmigrantes sin papeles, aunque los resultados han sido limitados por la falta de recursos y la magnitud del problema.

Este fenómeno ha provocado tensiones políticas y sociales en la República Dominicana. Mientras algunos sectores defienden los derechos de los inmigrantes haitianos y promueven su integración, otros consideran que la migración ilegal representa una amenaza para la seguridad y los recursos nacionales. El tema migratorio ha sido utilizado por figuras políticas para reforzar discursos sobre soberanía, generando divisiones en la opinión pública. La situación sigue siendo un desafío complejo que requiere soluciones integrales y equilibradas, que atiendan tanto las necesidades humanitarias como los intereses nacionales