El comunicador Johnny Vásquez alzó su voz enérgicamente contra las actuaciones de agentes de la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (Digesett), anteriormente conocidos como AMET, acusándolos de cometer abusos sistemáticos contra motociclistas en el país. En su intervención, Vásquez condenó lo que calificó como “una barbarie” y aseguró que los agentes están violando el mandato del Tribunal Constitucional, el cual prohíbe la incautación de vehículos sin una orden legal. “Esto es otra desgracia que le ha caído a este país. ¡Le caen cinco agentes a un motorista sin razón! ¿Cuál es el delito?”, expresó visiblemente indignado.
Vásquez denunció que muchas de las personas detenidas por los agentes AMET simplemente se encuentran trabajando dignamente como delivery o mensajeros, y que no se justifica el acoso constante que sufren. “Aquí hay 3.5 millones de motocicletas, y muchas representan empleos. ¡Déjenlos trabajar!”, exclamó.
Asimismo, el comunicador, también propuso la eliminación de la Digesett y la creación de un Ministerio de Transporte y Tránsito que asuma la responsabilidad de regular, otorgar licencias, inspeccionar vehículos y manejar las políticas viales del país. “La motocicleta es una realidad en República Dominicana, y hay que organizar, no atropellar”, concluyó el comunicador.
Crecen los enfrentamientos entre civiles y agentes de la Digesett
En los últimos años, se han registrado múltiples incidentes entre agentes de la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (Digesett) y ciudadanos durante operativos de fiscalización. Muchos de estos enfrentamientos surgen por la resistencia de los conductores ante la retención de vehículos, especialmente motocicletas, lo que ha dado lugar a altercados físicos y verbales. Las redes sociales han sido escenario frecuente de la difusión de estos conflictos, evidenciando un creciente malestar entre la población por la forma en que se ejecutan algunos procedimientos.
A menudo, los ciudadanos denuncian que los agentes actúan con prepotencia, sin explicar adecuadamente las razones de la retención, o aplican fuerza excesiva en situaciones que podrían resolverse de manera pacífica. Por su parte, las autoridades argumentan que muchos conductores operan sin documentos, sin cascos, o violando normas de tránsito, lo que justifica sus acciones. Sin embargo, la frecuencia de estos enfrentamientos ha puesto sobre la mesa la necesidad de revisar los protocolos de intervención y promover una cultura de respeto mutuo entre los oficiales de tránsito y la ciudadanía.



