Santo Domingo. – A través de una llamada de WhatsApp, un hombre fingió estar secuestrado y aseguró a su madre que sería asesinado si no depositaba RD$17,000 a una cuenta bancaria. El hecho ocurrió el pasado 15 de mayo y terminó con la confesión del supuesto secuestrado, quien admitió que todo fue una farsa para conseguir dinero tras haberlo gastado en una parranda.
La denunciante, Rosario Hapud Báez de Álvarez, madre del abogado Hugo Francisco Álvarez Hapud, acudió desesperada ante el Ministerio Público y la Policía Nacional tras recibir la alarmante llamada. Según su testimonio, su hijo alegaba estar en manos de secuestradores que amenazaban con romperle un brazo y asesinarlo si no se realizaba el depósito exigido.
Movida por el miedo, la señora logró reunir parte del dinero y transfirió RD$5,500 a la cuenta proporcionada. Sin embargo, tras la transacción, perdió todo contacto con su hijo, lo que activó los protocolos de búsqueda y localización por parte de las autoridades.
Horas después, Hugo Francisco Álvarez Hapud se presentó de manera voluntaria ante el Departamento de Falsificación e Investigaciones Especiales del Ministerio Público, donde confesó que nunca estuvo secuestrado. Según su propia declaración, se encontraba de parranda con una mujer y había gastado RD$24,500 en bebidas alcohólicas. Al no tener cómo pagar, ideó la historia del secuestro para obtener los RD$17,000 que aún le hacían falta.
El caso ha generado indignación y sorpresa, no solo por el uso del chantaje emocional contra su propia madre, sino también por el despliegue innecesario de recursos policiales para una situación inexistente.
Hasta el momento, las autoridades no han informado si se tomarán acciones legales en contra del abogado por la denuncia falsa y el uso indebido de los recursos de seguridad.
El secuestro es un delito que consiste en la privación ilegítima de la libertad de una persona, generalmente con el propósito de obtener algún tipo de beneficio a cambio de su liberación. Este beneficio puede ser económico, político o de otra índole, como el cobro de un rescate, el cumplimiento de una exigencia o la obtención de algún tipo de poder o influencia. El secuestro puede ser llevado a cabo por individuos, bandas criminales organizadas, o incluso por actores políticos o armados en contextos de conflicto.
En términos legales, el secuestro se considera un crimen grave y está penado con severidad en la mayoría de las legislaciones del mundo. Puede presentar diversas modalidades, como el secuestro exprés (de corta duración y con el objetivo de obtener dinero rápidamente), el secuestro virtual (donde se simula la retención de una persona sin que haya ocurrido realmente), o el secuestro con fines de trata, extorsión o terrorismo. Más allá de su tipificación legal, el secuestro representa una profunda violación de los derechos humanos, en especial del derecho fundamental a la libertad personal.



