Santo Domingo Este – Una mujer de 61 años falleció el lunes tras ser brutalmente atacada con un arma blanca por su pareja sentimental, en un hecho ocurrido en la comunidad de Ponce Adentro, sector Los Guaricanos, en Santo Domingo Este.
La víctima fue identificada como María Cecilia Reynoso Gómez, quien murió mientras recibía atenciones médicas en el Hospital Traumatológico Dr. Ney Arias Lora, producto de múltiples heridas punzocortantes en distintas partes del cuerpo.
De acuerdo con el informe preliminar de la Policía Nacional, vecinos del lugar escucharon gritos provenientes de la vivienda de la pareja. Al acercarse, presenciaron el momento en que el agresor atacaba a la señora. Al notar la presencia de testigos, el hombre salió de la casa con el arma en mano y se sentó en un muro frente a la residencia, mientras la víctima permanecía gravemente herida en la galería.
En la escena del crimen fueron recolectados dos cuchillos con manchas de sangre, uno de ellos de aproximadamente 10 pulgadas de largo. El presunto agresor, identificado como Juan Arturo Santiago, de 69 años, fue detenido en el lugar con heridas visibles en la cabeza y en una mano. Las autoridades confirmaron que el detenido posee antecedentes penales por intento de homicidio en 2007.
El Ministerio Público informó que investiga el caso y que en las próximas horas estará solicitando medidas de coerción contra el imputado. Este feminicidio eleva la preocupación por la violencia de género en el país, donde diversas organizaciones han reiterado el llamado a acciones más contundentes para prevenir estos crímenes.
El feminicidio continúa siendo una de las formas más extremas de violencia de género en la República Dominicana, donde cada año decenas de mujeres pierden la vida a manos de sus parejas o exparejas. A pesar de los esfuerzos institucionales y campañas de concienciación, el país mantiene una de las tasas más altas de feminicidios en América Latina, lo que evidencia profundas fallas estructurales en la prevención, protección y respuesta ante la violencia contra la mujer.
Diversos estudios y organizaciones de derechos humanos han advertido sobre la falta de seguimiento efectivo a las denuncias, la insuficiente aplicación de medidas de protección y la débil coordinación entre el sistema judicial y las fuerzas del orden. Muchos de los casos más trágicos han ocurrido luego de que las víctimas ya habían presentado querellas o solicitado ayuda, sin recibir la protección necesaria. Este patrón refuerza la urgencia de fortalecer el sistema de justicia y garantizar que cada mujer que denuncia violencia sea verdaderamente escuchada y protegida.



