San Francisco de Macorís. — Fue capturado por las autoridades en una cabaña de esta ciudad, Jeison Then, alias “El Pato”, señalado como el principal sospechoso de haber herido de cuatro disparos a su expareja Esmerlyn Mejía Matías, el pasado 11 de abril en el sector San Pedro.

La expareja recibió cuatro disparos en horas de la mañana de ese día, hecho que quedó registrado en una cámara de vigilancia y que generó gran consternación en la comunidad francomacorisana.

Según fuentes policiales, al momento de su arresto, a El pato, se le ocupó un arma de fuego, la cual presuntamente habría sido utilizada para disparar a su expareja. Las autoridades informaron que el detenido será puesto a disposición del Ministerio Público en las próximas horas para responder por los cargos que se le imputan.

Durante su detención, el acusado se limitó a no ofrecer declaraciones a la prensa. Vecinos del sector donde ocurrió el ataque recordaron que la joven había viajado a España, y que tras su regreso fue nuevamente víctima de violencia por parte de su expareja.

El caso ha generado indignación entre los ciudadanos, que exigen justicia para Smartlin Mejía y mayor protección para las mujeres víctimas de violencia de género.

Las investigaciones continúan para esclarecer completamente los hechos y determinar posibles complicidades.

Violencia de género

La violencia de género continúa siendo una de las principales problemáticas sociales en la República Dominicana, afectando a miles de mujeres cada año. A pesar de los avances legislativos y los esfuerzos institucionales para prevenirla, las cifras de feminicidios, agresiones físicas, psicológicas y sexuales siguen alarmando a la población. Casos recientes, como el de Esmerlyn Mejía en San Francisco de Macorís, evidencian la urgencia de fortalecer las políticas de protección y los mecanismos de denuncia, así como garantizar el acceso a justicia para las víctimas.

Esta violencia no solo tiene un costo humano, sino que también impacta profundamente el desarrollo social y económico del país. Muchas mujeres viven atrapadas en relaciones abusivas por miedo, dependencia económica o falta de redes de apoyo. La educación en igualdad de género, la atención integral a las víctimas y el castigo efectivo a los agresores son pilares fundamentales para erradicar este flagelo. Solo mediante un compromiso conjunto del Estado, la sociedad civil y los medios de comunicación, se podrá avanzar hacia una República Dominicana libre de violencia machista.