En un gesto de cercanía y solidaridad, el Papa Francisco celebró el Jueves Santo en la cárcel Regina Coeli de Roma, donde realizó una emotiva visita a unos 70 internos. A pesar de estar en proceso de recuperación de una neumonía doble, el Pontífice, de 88 años, se desplazó en silla de ruedas para estar con los reclusos en una de las prisiones más emblemáticas de la capital italiana.

A su llegada, el Papa fue recibido con aplausos y mostró un profundo gesto de empatía hacia los internos. Durante su visita, expresó su solidaridad, oró por ellos y por sus familias, brindando un mensaje de esperanza y redención. Esta visita se enmarca en la tradición del Papa Francisco de acercarse a los más vulnerables durante la Semana Santa, especialmente a aquellos que se encuentran en situaciones de confinamiento y exclusión social.

El Papa Francisco ha realizado visitas similares a prisiones en otras ocasiones, destacando siempre su compromiso con los más desfavorecidos y su mensaje de compasión y perdón, principios clave de su pontificado.