Dr. Pablo Mateo habló sobre los efectos de un agrandamiento extremo de la próstata, que puede superar los 200 gramos, una condición poco común que genera muchas preguntas y confusión entre los pacientes.

Un agrandamiento prostático no siempre implica cirugía. Es fundamental entender que, aunque la próstata pueda aumentar de tamaño, esto no significa que se necesite tratamiento inmediato, especialmente si no hay síntomas“, explicó el Dr. Mateo al inicio del programa.

Mateo presentó dos casos contrastantes para ilustrar mejor el comportamiento de esta enfermedad. En el primer caso, un paciente de 48 años con una próstata de 38 gramos experimentaba síntomas como dificultad para orinar y un aumento en la frecuencia urinaria nocturna. Aunque su próstata no era excesivamente grande, no respondió a los tratamientos convencionales y fue necesario realizar un procedimiento para aliviar sus síntomas.

Por otro lado, el Dr. Mateo relató el caso de un paciente de 70 años con una próstata de 200 gramos, 10 veces más grande que el tamaño normal, que no experimentaba síntomas graves y no requirió intervención. “Este paciente no necesitó tratamiento ni cirugía, ya que su crecimiento prostático no le causaba ningún problema funcional, a pesar de tener una próstata enormemente agrandada“, afirmó.

El mensaje clave del Dr. Mateo es que el tamaño de la próstata no siempre refleja la gravedad del problema. “No todos los pacientes con una próstata agrandada necesitan cirugía. Es crucial evaluar los síntomas, la historia clínica y otros estudios antes de decidir un tratamiento“, destacó.

El programa también abordó la importancia de realizar una evaluación completa, que incluya estudios como el PSA, la sonografía y otros exámenes urológicos, para asegurar que se elija el mejor camino para cada paciente.

Finalmente, el Dr. Mateo concluyó con un consejo esencial para los hombres mayores de 50 años: “No esperen hasta que los síntomas se vuelvan graves. Los chequeos regulares con un urólogo son clave para detectar problemas antes de que se conviertan en situaciones complicadas”.

Este enfoque integral y personalizado del tratamiento prostático refleja un avance en la medicina urológica, donde la intervención no siempre es necesaria, sino que depende de una evaluación exhaustiva de cada caso.