Los hospitales y centros médicos en China están incorporando tecnología de punta para mejorar la precisión en la atención a los pacientes. Una de las herramientas más innovadoras es el visualizador de venas, un dispositivo que está revolucionando el proceso de toma de muestras de sangre.

Este aparato utiliza luz infrarroja para proyectar un mapa detallado de las venas directamente sobre la piel del paciente, lo que permite a las enfermeras ubicar con mayor exactitud el punto de punción. El resultado: menos errores, menos molestias para los pacientes y una notable mejora en la eficiencia del procedimiento.

El uso de esta tecnología ha sido especialmente beneficioso en casos donde encontrar una vena resulta difícil, como en niños, personas mayores o pacientes con sobrepeso. Al reducir los intentos fallidos de punción, también se disminuye el riesgo de infecciones y otras complicaciones asociadas.

“Ahora podemos realizar extracciones más rápidas y precisas, lo cual mejora tanto la experiencia del paciente como nuestro rendimiento diario”, comentó una enfermera del Hospital General de Shanghai.

La adopción de estos dispositivos forma parte de un ambicioso plan de modernización de los servicios médicos en China, que incluye la incorporación de inteligencia artificial, robótica y dispositivos inteligentes como parte del día a día clínico.

Con esta apuesta por la innovación, China reafirma su compromiso de transformar su sistema de salud hacia uno más eficiente, seguro y centrado en el paciente.