En un acto de profunda solidaridad y recogimiento, el presidente Luis Abinader y la Primera Dama Raquel Álvarez participaron hoy en una misa oficiada en el Polideportivo de Jaina, en memoria de las víctimas de la trágica tragedia ocurrida el pasado 8 de abril, que cobró la vida de más de 20 personas en el país.

El Polideportivo de Jaina fue el escenario de este emotivo homenaje, en el que se unieron familiares, amigos y miembros de la comunidad local, junto a personalidades del gobierno y líderes comunitarios, para recordar a los fallecidos. La ceremonia religiosa fue una oportunidad para expresar apoyo a los dolientes y rendir tributo a quienes perdieron la vida en el lamentable suceso que marcó profundamente a la nación.

Desde el mismo momento en que ocurrió la tragedia, el presidente Abinader expresó su pesar y cercanía con las familias afectadas, declarando un duelo oficial en el país. En este sexto día de luto nacional, el mandatario reafirmó su compromiso con los afectados, destacando que el gobierno ha estado trabajando estrechamente con las autoridades y equipos de rescate.

Hoy, como comunidad, estamos unidos en el dolor, pero también en la esperanza. A través de este homenaje, recordamos que las vidas de aquellos que partieron seguirán presentes en cada rincón de Jaina y en cada uno de nosotros“, expresó Abinader durante su intervención en la misa. Además, destacó el legado de los fallecidos, incluyendo al reconocido artista Ruby Pérez y a miembros de la comunidad jainerista, cuyas contribuciones perdurarán.

La ceremonia incluyó una oración especial por el descanso eterno de las almas de las víctimas, seguida de cánticos y reflexiones que tocaban las fibras más profundas del corazón de todos los presentes. En medio del dolor, se vivió un momento de esperanza, recordando que la fe y la unidad son fuerzas poderosas que nos permiten superar las tragedias.

El acto también fue transmitido en vivo, permitiendo que la nación entera se uniera a este momento de recogimiento y solidaridad. Con el apoyo de líderes religiosos, autoridades locales y la comunidad cristiana, se oró por la paz y la fortaleza para los afectados, confiando en que la esperanza y el amor comunitario prevalecerán frente a la adversidad.

El presidente y la Primera Dama se retiraron del evento reafirmando su compromiso con la reconstrucción emocional de la comunidad y el acompañamiento a las familias en su dolor.