Santo Domingo — A pesar del progreso en los trabajos de rehabilitación del puente de la 17, en la capital dominicana, residentes que viven debajo de la estructura expresan temor ante un posible colapso. Denuncian que el deterioro es evidente y aseguran que su vida corre peligro.
Durante la intervención del puente, se han reforzado vigas metálicas y se han sellado orificios causados por la corrosión. Sin embargo, vecinos del entorno aseguran que la estructura sigue desprendiendo partículas de concreto y metal, lo que consideran una amenaza directa.
“Estamos padeciendo del polvo que suelta el puente. Yo misma fui agredida, me tiraron tierra en los ojos. Mire cómo estoy”, denunció una mujer que vive justo debajo de la estructura. Como ella, muchas madres solteras y familias aseguran no tener otro lugar donde vivir y piden al presidente que escuche su clamor.
A pesar de que existe un plan de desalojo, los residentes aseguran que las compensaciones ofrecidas por el Estado no son suficientes para adquirir una vivienda digna. “Con lo que me están ofreciendo, no compro ni una letrina. ¿A dónde voy a meterme con cuatro y pico?”, cuestionó un afectado.
Las autoridades han asegurado que los fondos para las indemnizaciones 19 mil millones de pesos, según los residentes ya están depositados en el Banco Central. No obstante, la comunidad denuncia lentitud e injusticia en el proceso.
Ante el constante paso de vehículos pesados y la visible fragilidad del puente, los moradores piden ser evacuados de forma urgente. “Aquí vivimos con el miedo de que el puente se nos venga encima”, concluyó una de las residentes.



