Aristy Escuder ha declarado que la República Dominicana debería recibir un subsidio y no un arancel por parte de Estados Unidos debido al déficit comercial entre ambos países. Escuder explicó que el presidente Donald Trump ha implementado una política de aranceles recíprocos, que afecta a los socios comerciales de EE. UU. a pesar de existir acuerdos de libre comercio, como el caso del Tratado de Libre Comercio República Dominicana-Centroamérica-Estados Unidos (CAFTA-DR).

Trump, en un intento por reducir los grandes déficits comerciales con varios países como China, la Unión Europea, y México, ha aplicado aranceles que buscan equilibrar las importaciones y exportaciones. Sin embargo, Escuder argumenta que esta medida es inapropiada para la República Dominicana, que tiene un superávit con Estados Unidos de más de 5,263 millones de dólares, lo que justifica que, en lugar de un arancel, se otorgue un subsidio.

El economista también destacó que, a diferencia de países como China o Vietnam, donde los aranceles pueden tener cierta justificación por los superávits comerciales que Estados Unidos mantiene con ellos, la República Dominicana presenta un escenario completamente diferente, siendo víctima de un arancel del 10% que no tiene justificación económica bajo las normas del libre comercio.

Escuder critica la fórmula utilizada por el gobierno de Trump para calcular los aranceles, calificándola como un “disparate”. Según la metodología aplicada, los países con superávit comercial, como la República Dominicana, deberían estar recibiendo beneficios, no penalizaciones. Esta política arancelaria, argumentó Escuder, podría reducir la competitividad de las exportaciones dominicanas, afectando tanto a las empresas de zona franca como a otros sectores clave de la economía dominicana, como el azúcar, el cacao y el café.

En resumen, Escuder considera que la decisión de Estados Unidos de aplicar un arancel al país caribeño es injusta e irracional, dada la naturaleza del acuerdo de libre comercio y el superávit que EE. UU. disfruta con la República Dominicana. Esto, además, podría generar efectos negativos adicionales en la economía dominicana, como la caída de las exportaciones, el empleo y las remesas.