En una reciente intervención durante el Foro Ártico Territorio de Diálogo, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, expresó su preocupación sobre los planes del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, de adquirir Groenlandia. Putin advirtió que el interés de Washington en la isla no es un simple capricho, sino que responde a una estrategia geopolítica y militar de largo plazo que remonta a los años 1860, cuando Estados Unidos ya contemplaba la anexión de Groenlandia a Islandia. Según Putin, la administración estadounidense ha mantenido un interés constante en la región desde el siglo XIX, y las propuestas actuales no deben ser vistas como una excentricidad de la administración Trump, sino como una política seria y estratégica.

El presidente ruso afirmó que este interés de Estados Unidos por Groenlandia no es nuevo ni circunstancial. Explicó que, en la década de 1860, el Congreso estadounidense ya había considerado la posibilidad de anexionar Groenlandia, aunque la propuesta no fue aprobada en ese momento. Para Putin, la actual postura de la Casa Blanca es un reflejo de planes más amplios que buscan fortalecer la influencia de Estados Unidos en el Ártico, una región de creciente importancia estratégica debido a sus recursos naturales y su potencial para rutas comerciales.

Putin subrayó que Estados Unidos continuará promoviendo sus intereses militares, económicos y geopolíticos en el Ártico, lo que representa una amenaza para la estabilidad de la región. A pesar de las tensiones diplomáticas, el presidente ruso hizo un llamado a un enfoque más equilibrado en la gestión de los recursos y territorios del Ártico, instando a las naciones a cooperar en lugar de impulsar proyectos unilaterales que puedan generar conflictos.