El incendio en la estación eléctrica North H, que dejó sin energía al aeropuerto Heathrow de Londres, está siendo investigado como un posible acto de sabotaje con implicaciones internacionales. Las autoridades británicas han clasificado el incidente como un evento terrorista y no descartan la participación de Rusia.

La inteligencia del Reino Unido, reconocida por su especialización en seguridad, está evaluando si el siniestro forma parte de una estrategia de guerra híbrida por parte de Rusia. Esto se enmarca en las crecientes tensiones entre ambas naciones tras la invasión rusa a Ucrania y el papel clave de Reino Unido en la coalición europea contra Moscú.

El cierre del aeropuerto Heathrow, uno de los más importantes de Europa, ha provocado la cancelación de miles de vuelos y ha afectado significativamente el tráfico aéreo global. Vuelos en ruta hacia Londres fueron redirigidos o devueltos a sus puntos de origen, mientras que las líneas ferroviarias que conectan con el aeropuerto operan sin pasajeros debido a las restricciones impuestas por las autoridades.

Las investigaciones continúan mientras Reino Unido refuerza sus protocolos de seguridad para prevenir futuros ataques de esta naturaleza.