Una nueva polémica ha estallado en Washington, luego de que el presidente Donald Trump defendiera a su asesor de seguridad nacional, Michael Waltz, quien fue señalado por haber añadido al periodista Jeffrey Goldberg de The Atlantic a un chat en el que altos funcionarios del gobierno discutieron un ataque contra Yemen. Trump calificó a Waltz de “un buen hombre”, argumentando que la situación no sería tan grave si hubiera ocurrido con un funcionario de menor nivel.

La controversia comenzó cuando se conoció que parte del grupo gubernamental, incluyendo la secretaria de Inteligencia Nacional y el jefe de la CIA, se habían comunicado a través de la aplicación Signal, una herramienta cifrada considerada como una de las más seguras del mercado. Sin embargo, los funcionarios inicialmente negaron que la aplicación fuera utilizada para discutir temas sensibles. Goldberg, por su parte, no dio marcha atrás en sus afirmaciones y sostuvo que los detalles discutidos podrían haberse revelado en una conferencia de prensa o mediante teléfonos seguros.

Los legisladores demócratas no tardaron en reaccionar con indignación, calificando el incidente como “una vergüenza” y pidiendo la renuncia de los implicados. La controversia también ha reavivado el debate sobre la seguridad de las comunicaciones en el gobierno, con algunos comparando este incidente con el escándalo de los correos electrónicos privados de Hillary Clinton en 2016, algo que Trump había criticado fuertemente en su campaña electoral.

Goldberg, en respuesta a los ataques, defendió su labor periodística, afirmando que no había revelado información clasificada en su artículo. La revista The Atlantic también respaldó a su periodista, argumentando que los ataques del gobierno son un atentado contra la Primera Enmienda.

En medio de la polémica, expertos en seguridad han señalado que aunque Signal es una aplicación cifrada, no es necesariamente la mejor opción para discutir planes bélicos de alto nivel.