El Papa Francisco expresó su profunda tristeza por la pérdida de vidas y la devastación causada por el fuerte terremoto de magnitud 7.7 que sacudió Myanmar y otras regiones del sur de Asia. A través de una carta firmada por el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano, el pontífice manifestó sus “sentidas oraciones por las almas de los difuntos” y aseguró su cercanía espiritual con los afectados.
Además, el Papa resaltó su confianza en el trabajo del personal de emergencia, quienes enfrentan la crisis con fortaleza y perseverancia. Su mensaje busca llevar consuelo a las víctimas de esta catástrofe natural, que ha dejado un saldo de destrucción y sufrimiento en la región.



