Las pandillas armadas en Haití han expandido su dominio sobre Puerto Príncipe, controlando cerca del 90% de la ciudad y amenazando con tomar la oficina del primer ministro y el Palacio Nacional. La coalición criminal VIP Amsan ha fortalecido su presencia, bloqueando rutas estratégicas y restringiendo la movilidad de la población.
El diario haitiano Le Nouvelliste alertó que viajar desde la capital hacia el sur del país se ha vuelto casi imposible debido a la presencia de hombres fuertemente armados que controlan carreteras y caminos de montaña.



