Durante un acto con motivo del Día Internacional de la Mujer, la vicepresidenta de la República, Raquel Peña, hizo una declaración que ha generado gran impacto en el escenario político dominicano. Al ser cuestionada sobre sus aspiraciones futuras, Peña manifestó con claridad: “Sueño con subir la escalinata del Palacio Nacional como presidenta de la República”.

Esta afirmación marca un punto de inflexión en las especulaciones sobre su posible participación en la contienda electoral de 2028. Hasta ahora, se había considerado que, debido a su cercanía con el presidente Luis Abinader, Peña se mantendría al margen del proceso interno del Partido Revolucionario Moderno (PRM). Sin embargo, sus palabras dejan entrever que podría ser una de las figuras clave en la sucesión presidencial dentro de su partido.

Una figura clave en el gobierno

Desde su llegada a la vicepresidencia, Raquel Peña ha sido reconocida por su eficiencia y capacidad de gestión, liderando importantes proyectos y representando al gobierno en diversas inauguraciones y actos oficiales. Su papel ha ido más allá del tradicional rol de los vicepresidentes en administraciones anteriores, lo que la ha posicionado como una de las figuras más relevantes del gobierno actual.

Sectores empresariales, académicos y políticos, especialmente en la región del Cibao, han mostrado interés en su eventual candidatura. Su desempeño ha generado una percepción de liderazgo y solvencia, elementos clave para una eventual aspiración presidencial.

Un reto para Luis Abinader y el PRM

La posible aspiración de Raquel Peña coloca al presidente Luis Abinader en una situación política delicada, ya que como líder del PRM deberá mantener una posición de arbitraje imparcial en un proceso que promete ser disputado. Con otros nombres como David Collado, Wellington Arnaud, Carolina Mejía y Guido Gómez Mazara también en consideración, la competencia interna podría intensificarse en los próximos meses.

Por ahora, Peña no ha oficializado su precandidatura, pero su declaración pública ha generado expectativas y podría redefinir la dinámica política dentro del PRM y del país en general. Resta por ver cuáles serán los próximos pasos de la actual vicepresidenta en su camino hacia el 2028.