Yolanda Pérez, una madre hispana de 50 años detenida por agentes de inmigración el 24 de febrero mientras cuidaba a su hija gravemente enferma, compareció ante un juez en un centro de detención en Otay Mesa, California. La audiencia, que fue breve, dio paso a una solicitud de su defensa para que fuera liberada bajo fianza. Mientras tanto, su hija, Xitlali Tejeda, de 20 años y diagnosticada con cáncer, pidió al juez que considerara su situación y permitiera el regreso de su madre para continuar con su cuidado.

Xitlali, quien depende completamente de su madre para el cuidado durante sus tratamientos de quimioterapia, expresó en lágrimas el inmenso apoyo que recibe de Yolanda. “Ella significa todo para mí. Es como mi mano derecha”, declaró Xitlali entre sollozos. “Ella cocina para mí, me cambia, me baña, está siempre a mi lado. Nunca me deja sola, siempre está ahí, tanto en la sala de estar como en mi habitación. No puedo hacer nada sin ella”.

Xitlali viajó desde El Monte a San Diego para estar presente en la audiencia de su madre, pero lamentablemente, los procedimientos judiciales duraron tan solo unos minutos, y terminó antes de que pudiera ingresar al juzgado.

Durante la audiencia, el abogado de Yolanda Pérez presentó una solicitud de audiencia para determinar si la madre podría ser liberada bajo fianza, dado el estado de salud de su hija. El juez fijó una nueva audiencia para el 20 de marzo, y en algún momento intermedio se llevará a cabo la audiencia de fianza.

El abogado de Pérez, Acalin, subrayó que la situación es “literalmente una cuestión de vida o muerte”. “La hija está gravemente enferma y necesita a su madre para acompañarla a sus citas médicas y tratamientos. La situación es crítica”, afirmó Acalin.

El caso de Yolanda Pérez ha generado una gran conmoción, ya que pone de relieve los dilemas humanos en el contexto de la inmigración y las políticas de detención de ICE, especialmente cuando hay factores de salud que ponen en riesgo la vida de personas vulnerables como Xitlali. La comunidad espera que la corte considere el bienestar de la hija enferma y permita que Yolanda regrese a su hogar para cuidar de ella en su lucha contra el cáncer.