Un futbolista venezolano ha generado gran controversia después de ser detenido por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos (ICE) debido a un tatuaje similar al del Real Madrid, lo que supuestamente lo vinculó con el grupo criminal “Tren de Aragua”. Según la abogada del futbolista, Gersy Reyes Barros, la deportación fue un error, ya que su cliente no tenía relación alguna con el mencionado grupo delictivo. El jugador fue deportado recientemente junto con otros 237 venezolanos y ahora se encuentra en un centro de detención en El Salvador.

La situación ha conmocionado a la familia del deportista, quienes aseguran que nunca fueron notificados previamente sobre la deportación. La hermana del futbolista, en una entrevista, relató con angustia los últimos momentos de comunicación con su hermano. Ella explicó que la última llamada que recibió fue el 14 de febrero, donde su hermano le informó que estaba en un centro de detención en Texas y que lo iban a trasladar a otro centro. Sin embargo, el domingo siguiente, la familia se enteró por medio de un abogado que había sido deportado a El Salvador.

Según la versión de la familia, los agentes de ICE basaron la detención y posterior deportación en un par de tatuajes que el futbolista llevaba, que presuntamente los vinculaban con el grupo delictivo “Tren de Aragua”. Sin embargo, los familiares insisten en que esto es un error y que su ser querido no tiene ningún tipo de vínculo con actividades criminales. La hermana del futbolista mostró preocupación por la seguridad de su hermano en El Salvador, pues la deportación se realizó sin previo aviso y sin una explicación clara.

Además, se ha revelado que el futbolista había solicitado asilo político en los Estados Unidos debido a la difícil situación en su país natal, Venezuela. Según su hermana, el jugador había solicitado su cita para asilo el 1 de septiembre y nunca tuvo la oportunidad de completar el proceso antes de su arresto y deportación. La familia continúa luchando por esclarecer los hechos y por obtener la liberación de su ser querido, asegurando que no tiene antecedentes penales y que es una persona inocente.

Por el momento, las autoridades estadounidenses no han proporcionado una explicación oficial sobre la razón detrás de su deportación, pero el caso ha dejado en evidencia las complicaciones y arbitrariedades que enfrentan algunos inmigrantes al intentar obtener asilo en EE. UU.