Este fin de semana, las carreteras dominicanas vivieron una ola de tragedias viales que dejaron un saldo de siete personas muertas y 170 heridas. El aumento de los accidentes de tránsito, que según estadísticas recientes muestra un incremento del 25% en comparación con otros fines de semana, continúa preocupando a las autoridades.

Los accidentes ocurrieron en diversas localidades, como la carretera Sánchez, la autopista de Las Américas y la Autovía del Coral. Entre los siniestros más impactantes, destaca el choque fatal entre una motocicleta y una Mercedes G-Wagon, que cobró la vida de tres personas en la carretera Sánchez: Vizcaíno Castillo, Wilkin Vizcaíno y Adaluz Medina Silvestre. Esta última fue atropellada por un vehículo que se dio a la fuga mientras viajaba con su familia a una excursión.

En la misma zona, dos hermanos, Andry y Ángel Guerrero, murieron en la Autovía del Coral cuando su motocicleta fue impactada por un autobús. En otro trágico suceso, una patana perdió el control en el desnivel de la 27 de Febrero con Carmen Mendoza, resultando en lesiones graves para los dos ocupantes del vehículo pesado.

La situación es aún más alarmante cuando se analiza la respuesta de los hospitales. Los dos centros traumatológicos más grandes de Santo Domingo atendieron a 170 lesionados entre viernes y sábado. Las autoridades enfrentan una creciente presión para abordar los accidentes, impulsada por el incremento en las muertes viales, que superan las causadas por el COVID-19 en años recientes.

El debate sobre la seguridad vial se intensifica con la crítica hacia las autoridades por su falta de acción efectiva. Recientemente, la ministra de Interior y Policía, Faride Raful, destacó la necesidad de modificar la ley de tránsito para hacer más severas las sanciones. Los legisladores aún no han implementado cambios sustanciales, y la informalidad en el pago de multas sigue siendo un problema grave.

Las autoridades, incluida la ministra Raful, apuntan a que se debe actuar como si se tratara de un estado de emergencia nacional debido a la magnitud del problema. Mientras tanto, la falta de políticas públicas concretas y la inobservancia de las reglas de tránsito, especialmente en relación con los motociclistas, continúan siendo las principales causas de los accidentes.