Pueblo Nuevo, 17 de marzo de 2025 – En un emotivo acto lleno de lamentos y exigencias de justicia, los familiares de Luz Clara Castro Quijada, de 27 años, llevaron a cabo su sepultura esta mañana. La joven fue asesinada por su expareja, Ernesto Jiménez, en un brutal ataque ocurrido el pasado sábado cuando llegaba a su hogar.

Luz Clara, quien había interpuesto una orden de alejamiento contra Jiménez debido a su comportamiento agresivo, fue apuñalada varias veces. A pesar de haber realizado las denuncias pertinentes y de contar con una orden de arresto contra su agresor, la policía no logró prevenir el trágico desenlace. “No hicieron nada, no lo metieron preso“, lamentó un familiar, quien también reveló que Luz había cambiado su número de teléfono en repetidas ocasiones para intentar mantener la distancia de él.

Los vecinos de la comunidad están consternados por el ataque, calificándolo como un acto violento que no solo terminó con la vida de una madre, sino que dejó una huella profunda en quienes la conocieron. “No mató un pollo, mató un ser humano“, expresó uno de los dolientes. Videos del ataque circularon en redes sociales, mostrando la brutalidad del crimen y aumentando los llamados a la acción por parte de la comunidad.

Jiménez, quien fue mensajero de una oficina senatorial, se entregó a las autoridades y pidió perdón a la familia de la víctima. En un video, expresó su dolor y aseguró que su relación con Luz Clara había estado marcada por altibajos. “Siempre la quise”, dijo, aunque sus acciones contradicen su alegato.

Familiares y amigos exigen que se le aplique la pena máxima posible, afirmando que Luz Clara no merecía terminar de esa manera, y que existían antecedentes de control y violencia en la relación. “Él le dijo que si no era con él, no sería con nadie”, reiteró un familiar, quien instó a la sociedad y a las autoridades a tomar medidas serias contra la violencia de género.

Ernesto Jiménez será presentado ante la justicia este lunes, donde se le conocerán las medidas de coerción. La comunidad de Pueblo Nuevo se alza en un clamor por justicia, recordando a Luz Clara como una mujer de virtudes, que no merecía perder su vida de esta forma.