Felipe Romero abandonó el set visiblemente molesto. La polémica surgió durante un debate relacionado con las revelaciones de los archivos desclasificados por Estados Unidos sobre el magnicidio de Rafael Trujillo.

Romero, quien participaba activamente en la discusión, comenzó a expresar su postura sobre los recientes hallazgos. Sin embargo, sus compañeros no coincidieron con su opinión, lo que desencadenó una serie de intercambios acalorados. El desacuerdo escaló rápidamente cuando Romero, molesto por no poder exponer sus argumentos, golpeó el panel y exclamó: “¡Coño, pero, ¿no me van a dejar hablar?!”.

Tras esta expresión de frustración, Romero decidió abandonar la cabina, dejando en claro que no toleraba la interrupción constante durante su intervención. El incidente generó gran sorpresa entre los oyentes y dejó en evidencia la tensión que puede generarse en los debates intensos, especialmente cuando se trata de temas delicados y controversiales como el magnicidio de Trujillo.

El equipo del programa intentó retomar el control de la situación, pero el momento quedó marcado por la salida abrupta de Felipe Romero, quien no ocultó su molestia por la falta de respeto a su turno de palabra.