El gobierno de Estados Unidos puso fin el viernes a un contrato que brindaba asistencia jurídica a niños migrantes que ingresan al país sin la compañía de un padre o tutor, lo que ha generado preocupación sobre el destino de miles de menores en el sistema migratorio.

El Centro Acacia para la Justicia, que administraba estos servicios a través de una red de abogados en todo el país, confirmó que el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, por sus siglas en inglés) decidió finalizar la mayoría de los servicios legales proporcionados a unos 26.000 niños en refugios federales.

Aunque Acacia podrá continuar ofreciendo clínicas de orientación jurídica para informar a los menores sobre sus derechos, la cancelación del pago de abogados para su representación en tribunales de inmigración deja a muchos en una situación vulnerable.

“Es extremadamente preocupante porque deja a estos niños sin un apoyo realmente importante. A menudo están en una posición muy vulnerable”, expresó Ailin Buigues, directora del programa de niños no acompañados de Acacia.

La decisión ha provocado críticas por parte de organizaciones de derechos humanos, que advierten que estos menores enfrentarán un proceso legal complejo sin la orientación adecuada.