El comentarista Alfredo De La Cruz ha encendido el debate geopolítico al analizar la crisis de gobernanza y gobernabilidad que afecta al mundo actual, señalando cómo los recientes acontecimientos internacionales ponen en entredicho la eficacia de las instituciones globales, en especial la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Según De La Cruz, el mundo se enfrenta a un cambio radical en el equilibrio de poder, con un posible escenario donde Estados Unidos, Rusia y China establezcan un nuevo orden tripolar. Este cambio se evidenciaría en la próxima conmemoración del 80 aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial en Moscú, donde el presidente de China, Xi Jinping, ya confirmó su asistencia y existe la posibilidad de que el expresidente estadounidense Donald Trump también participe. “Si se da esa fotografía, tendríamos una nueva Yalta en Moscú”, alertó De La Cruz, comparándolo con la histórica conferencia que definió el orden mundial tras la Segunda Guerra Mundial.
El analista argumenta que Europa, que durante más de siete décadas se ha mantenido como un referente de estabilidad, parece estar perdiendo protagonismo en esta nueva configuración global. “Europa ha dependido de Estados Unidos como garante de su seguridad, mientras se enfocaba en el comercio y el bienestar de sus ciudadanos. Ahora, esa alianza monolítica parece resquebrajarse”, indicó.
En su intervención, De La Cruz destacó el cambio de discurso dentro de Estados Unidos respecto al conflicto entre Rusia y Ucrania. Según él, la administración Trump ha insinuado que Ucrania pudo haber evitado la guerra, lo que reconfigura la narrativa internacional y genera incertidumbre en la relación entre Washington y sus aliados europeos. “Primero nos dijeron que Rusia era el agresor y Ucrania la víctima; ahora nos dicen que Ucrania pudo haber evitado la guerra. ¿En qué parte de la traducción nos confundimos?”, cuestionó.
Para América Latina, este nuevo escenario supone un desafío considerable. La región, caracterizada por su riqueza en recursos naturales, pero también por su desigualdad y fragilidad institucional, podría verse atrapada en las disputas entre las superpotencias. “Con gobiernos que oscilan entre la democracia y el autoritarismo, América Latina debe observar detenidamente este reacomodo de fuerzas”, señaló el comentarista.
Finalmente, De La Cruz pone sobre la mesa el debate sobre la relevancia de la ONU en este contexto. “Si este nuevo orden global se consolida, dará razón a quienes dicen que el orden internacional vigente no sirve y que la ONU no es más que una entelequia”, sentenció.



