El aumento propuesto por Milton Morrison en las multas por infracciones de tránsito ha generado fuertes reacciones entre los choferes del transporte público. La propuesta, que busca reducir los accidentes en las calles, ha sido vista con escepticismo, ya que los conductores sostienen que las altas multas no solucionarán el problema, sino que solo afectarán más su economía.

Si aumentan la multa, los choferes se van a frenar un poco, pero esto no va a resolver el problema”, comentó uno de los conductores. Según ellos, la raíz del alto número de accidentes radica en la falta de educación vial de muchos conductores. “Lo que realmente se necesita es educación para enseñar a las personas cómo deben manejar y qué comportamientos son los correctos al volante“, aseguraron.

Otros conductores argumentan que, aunque el aumento de las multas puede hacer que los infractores frenen su velocidad, la medida no aborda el verdadero problema. “Este país no quiere hacer las cosas bien, porque si quieren solucionar esto, primero tienen que educar a la gente sobre cómo se debe manejar“, manifestó un chofer de transporte público.

Además, algunos sostienen que las multas solo complicarían más la difícil situación económica que enfrentan los chóferes. “Lo que realmente hay que hacer es sacar de circulación a los conductores sin licencia y a aquellos que consumen drogas antes de manejar“, expresaron.

De acuerdo con la legislación vigente, las multas deben calcularse en función del salario mínimo del sector público, pero para los choferes, esta medida no parece disuadir a los infractores. En su opinión, la clave para reducir los accidentes es una educación vial más profunda y accesible para todos.

Esta postura ha generado un debate sobre la efectividad de las sanciones económicas frente a la necesidad urgente de una reforma en la educación vial y el control de conductores sin licencia.