Un artista español ha llevado el concepto del arte corporal a un nuevo nivel al utilizar su propia piel como lienzo para bordar retratos de familiares, amigos e incluso profesores. Su trabajo, concebido como un diario biográfico, ha captado la atención del mundo del arte contemporáneo por su originalidad y profundidad emocional.
Con hilo y aguja, este artista transforma cada puntada en una obra de arte, reflejando historias y vivencias entrelazadas. “Mi piel se convierte en las hojas de ese diario, y el hilo y la aguja en la pluma y la tinta con la que escribo esta historia. Es un proyecto autobiográfico y lo concibo como un proyecto de vida”, explica el creador.
Uno de los aspectos más llamativos de su obra es su decisión de coser sobre sus propias manos. “En las manos están nuestras líneas de la vida, nuestra historia. Y la piel es donde se marca todo lo que vivimos, a través de las arrugas y las cicatrices”, reflexiona el artista.
Según él, aunque pueda parecer doloroso, la experiencia no lo es tanto. “Las heridas sanan, pero la memoria persiste. Coser mis manos es un acto de recordar y resistir al olvido. Cuando realizo estas acciones, no siento el dolor físico, sino que es un acto de amor hacia mis seres queridos, una forma de llevarlos en mi piel”, expresa.
El proyecto, titulado “A flor de piel”, está inspirado en su madre y su abuela, quienes se dedicaban a la costura. Para documentar su trabajo, el artista registra cada pieza a través de fotografías y videos antes de retirar los hilos, lo que añade una dimensión simbólica de pérdida y memoria a su obra.
Hasta la fecha, ha logrado retratar a 25 personas, incluyendo a sus padres, su hermano, sus profesores y parejas. Entre sus piezas más valiosas, destaca un retrato de su bisabuela Perpetua, una figura fundamental en su adolescencia, quien le transmitió historias familiares que han influido en su arte.
Las plantas y las raíces también juegan un papel importante en su trabajo, simbolizando su conexión con la naturaleza y sus propias raíces familiares. Cada retrato le lleva hasta cuatro horas de trabajo, y aunque aún no ha calculado la cantidad exacta de hilo que ha utilizado, sus creaciones tienen un valor estimado de entre 100 y 500 euros.
Su arte, más allá de la estética, representa una forma de narrar su historia y la de quienes lo rodean, inmortalizando rostros y recuerdos en un lienzo tan personal como su propia piel.



