La Antigua Orden Dominicana ha convocado una nueva marcha de protesta el próximo 24 de abril con destino al Palacio Nacional, con el objetivo de manifestarse en contra de la inmigración ilegal en el país. Bajo el lema “¡Se acabó la inmigración ilegal!”, la movilización partirá desde la parada del metro Juan Bosch, en la intersección de la avenida Máximo Gómez con 27 de febrero, a la 1:00 de la tarde.

El organismo, en su red social oficial, coloco el convocatorio, con lo siguiente:  “la República Dominicana no puede seguir cargando con una responsabilidad que no le corresponde. Cada barrio, cada campo y cada ciudad lo grita: ¡basta ya! El pueblo dominicano exige acción inmediata. La paciencia se agotó. La dignidad no se negocia”, señalaron los organizadores en su comunicado oficial.

Disturbios en la marcha de Friusa

La reciente marcha en Friusa, realizada este 30 de marzo, que captó la atención de todo el país, se desarrolló bajo un fuerte operativo de seguridad con más de mil agentes de la Policía Nacional y militares. Sin embargo, el evento terminó en disturbios cuando algunos manifestantes intentaron ingresar a la barriada de Mata Mosquitos, una zona donde, según los organizadores, reside una alta concentración de inmigrantes haitianos.

Las fuerzas del orden intervinieron con gases lacrimógenos y chorros de agua para dispersar a los participantes, alegando que la manifestación solo tenía permiso para recorrer un kilómetro en Hoyo de Friusa. Según el vocero de la Policía Nacional, Diego Pesqueira, el intento de acceso a un área no autorizada justificó la acción de las autoridades.

El líder de la Antigua Orden Dominicana, Ángelo Vásquez, admitió que la ruta de la marcha fue alterada y denunció la presencia de “infiltrados” que provocaron los incidentes. A su vez, el Gobierno, a través de su vocero Homero Figueroa, responsabilizó a estos infiltrados de los enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.

Diferentes sectores de la sociedad, incluyendo partidos de la oposición y el Colegio Dominicano de Abogados, han condenado los hechos y acusado a las fuerzas del orden de reprimir a los manifestantes. Estos eventos han reavivado el debate sobre la inmigración ilegal y la respuesta del Estado ante las protestas ciudadanas.