Hoy, 17 de marzo, se cumplen 50 años del asesinato del periodista Orlando Martínez, un hecho que conmocionó a la sociedad dominicana y dejó una huella imborrable en la historia del periodismo y la libertad de expresión en el país.

Orlando Martínez, militante del Partido Comunista y periodista crítico del régimen de Joaquín Balaguer, escribía la columna Microscopio en el periódico El Nacional y en la revista Ahora. Sus denuncias sobre la corrupción, los abusos del poder y las injusticias sociales lo convirtieron en un objetivo de sectores del gobierno. El 17 de marzo de 1975, un grupo de agentes de seguridad, incluyendo miembros de la Policía y el Ejército, intentó darle un “susto”, pero terminaron asesinándolo en las cercanías de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).

A lo largo de los años, las investigaciones lograron identificar a los autores materiales y a quienes dieron las primeras órdenes del crimen. Sin embargo, la identidad del autor intelectual sigue siendo un misterio. En su libro Memorias de un Cortesano de la Era de Trujillo, Balaguer insinuó que la verdad sería revelada tras su muerte, pero hasta la fecha, esa “página en blanco” permanece sin respuesta.

Se ha especulado que el asesinato de Orlando Martínez fue consecuencia de sus fuertes críticas al gobierno de Balaguer, en particular, su llamado a que el mandatario renunciara si no podía controlar a los grupos incontrolables. Además, sus posturas a favor de la reforma agraria también lo pusieron en la mira de poderosos intereses.

El asesinato de Orlando Martínez generó una fuerte reacción en la sociedad dominicana. Se crearon comisiones de investigación, se produjeron crisis dentro de las Fuerzas Armadas, e incluso Balaguer se autodesignó secretario de las Fuerzas Armadas en un intento por controlar la situación.

A décadas de su muerte, Orlando Martínez sigue siendo recordado como un mártir del periodismo y la libertad de expresión. En su pueblo natal, Las Matas de Farfán, se erige un busto en su honor, y su legado perdura en las generaciones de periodistas que hoy ejercen su labor con mayor libertad, gracias al sacrificio de valientes como él.

Hoy, cuando la opinión pública y las redes sociales permiten expresar críticas sin temor, es importante recordar que en el pasado, ejercer el periodismo de investigación podía costar la vida. Figuras como Orlando Martínez, Gregorio García Castro y otros periodistas de la época enfrentaron grandes riesgos para defender la verdad y la democracia.

Su legado nos recuerda la importancia de la libertad de expresión y la necesidad de continuar la lucha por una prensa independiente y comprometida con la justicia y la verdad.