El presidente Donald Trump ha desatado una guerra arancelaria con los tres mayores socios comerciales de Estados Unidos: China, Canadá y México. En una serie de decisiones que han agitado el panorama político y económico global, Trump impuso aranceles del 25% a México, Canadá y China, lo que ha desatado una ola de respuestas contundentes desde estos países.
Horas después de que Trump anunciara estas medidas, las naciones afectadas comenzaron a contraatacar. México, uno de los principales proveedores de petróleo de Estados Unidos, expresó su oposición a los aranceles, insistiendo en que no desea confrontación con su vecino, sino cooperación en temas como el combate al narcotráfico. “No solo no queremos que el fentanilo llegue a Estados Unidos, sino que no queremos que llegue a ninguna parte”, señaló el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador. Además, destacó que los problemas con las drogas deben ser abordados de manera conjunta, y pidió a Estados Unidos asumir una parte importante en la lucha contra la epidemia de opioides.
Por su parte, el Primer Ministro de Canadá también envió un mensaje al pueblo estadounidense, mientras que China advirtió que tomará medidas legales ante la Organización Mundial del Comercio y aplicará contramedidas necesarias para defender sus derechos e intereses.
El presidente Trump, al anunciar los aranceles, reconoció que los estadounidenses podrían sentir las consecuencias de esta guerra comercial, aunque minimizó el impacto. “Habrá algo de dolor, sí, tal vez, y tal vez no, pero haremos que Estados Unidos sea grande otra vez y todo valdrá el precio que haya que pagar”, dijo Trump, refiriéndose a la necesidad de una política comercial más agresiva.
Según economistas, uno de los primeros impactos de esta guerra arancelaria será en los precios del combustible, ya que aproximadamente el 17% del petróleo que entra a los Estados Unidos proviene de Canadá y México, y se espera que los aranceles aumenten los costos del crudo.
La controversia ha alcanzado también al Congreso, donde varios legisladores, como el senador Chuck Schumer, han instado al presidente Trump a detener estas medidas, recordándole que durante su campaña presidencial prometió reducir los precios para los consumidores estadounidenses.



