A pesar de los esfuerzos del gobierno dominicano por frenar el tráfico de migrantes indocumentados, principalmente haitianos, las redes del crimen organizado han diversificado sus tácticas para evadir los controles y la justicia. En un reciente informe se detalla, que el trasiego de migrantes desde Haití hacia República Dominicana ha tomado mayor fuerza, operando mediante redes ocultas con total impunidad.
“En casos recientes hemos encontrado vehículos con 20, 25 e incluso hasta 30 personas a bordo, en vehículos diseñados para solo cuatro pasajeros. Muchos de estos migrantes no tienen documentación alguna ni un estatus migratorio regular en el país”, señaló el informe.
Uno de los problemas identificados es la baja cantidad de traficantes que llegan a juicio debido a las ambigüedades de la Ley 137-03, que regula el tráfico ilícito de migrantes y la trata de personas. Esta ley exige demostrar que el acusado obtuvo un beneficio económico directo para que se tipifique el delito, lo que dificulta el proceso legal.
El informe periodístico subraya que los chóferes que transportan a los migrantes casi nunca son quienes manejan el dinero, lo que genera lagunas legales que benefician a las redes de tráfico.
Las cifras muestran que el tráfico de haitianos ya no es solo un tema migratorio, sino parte de una operación bien estructurada del crimen organizado, que ha logrado adaptarse ante el aumento de deportaciones y controles migratorios en el país. Las autoridades dominicanas continúan reforzando sus operativos y prometen cambios en la legislación para enfrentar de manera más efectiva este problema.



