El Papa Francisco ha criticado enérgicamente la deportación masiva de migrantes llevada a cabo por la administración del expresidente de Estados Unidos, Donald Trump. En una carta enviada a los obispos estadounidenses, el pontífice expresó su profunda preocupación por las políticas migratorias que afectan a miles de personas en situación vulnerable.
A lo largo de los diez puntos de la misiva, el Papa Francisco enfatizó la importancia de la dignidad humana de todas las personas, señalando que el trato que una nación brinda a los migrantes define su verdadero compromiso con el estado de derecho y los valores humanos.
El documento exhorta a los fieles católicos y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad a rechazar las narrativas que fomentan la discriminación y el sufrimiento innecesario de migrantes y refugiados. El pontífice subrayó la necesidad de fomentar una cultura de acogida y solidaridad, en lugar de políticas de exclusión y rechazo.
“Las fronteras no deben convertirse en barreras que dividan a la humanidad, sino en puntos de encuentro donde el amor y la justicia prevalezcan”, escribió el Papa en su mensaje.
Esta postura del líder de la Iglesia Católica ha generado reacciones diversas en el ámbito político y social, con sectores que respaldan su llamado a la compasión y otros que defienden la política de control migratorio implementada en ese periodo.
El Vaticano reafirmó su compromiso con la defensa de los derechos de los migrantes y refugiados, insistiendo en la urgencia de adoptar medidas humanitarias que permitan una integración justa y digna en las sociedades de acogida.



