Salutaciones, Compañeros y compañeras, Amigas y amigos,

Un día como hoy, hace justamente 10 años, nació formalmente el Partido Revolucionario Moderno, fruto del compromiso y de las convicciones democráticas de un conjunto de hombres y mujeres que asumieron la tarea de fundar una organización política, para dar a nuestro pueblo una nueva aurora de esperanza y la seguridad de un mañana de bienestar compartido.

Al celebrar estos 10 años de existencia, quiero en primer lugar, agradecer a Dios por habernos permitido transitar este tiempo de lucha y trabajo político, que ha hecho posible convertir al PRM, en tan poco tiempo, en la principal fuerza política de la República Dominicana.

En este momento de celebración de su primera década de existencia es importante no olvidar, para no repetirlas, las razones y motivaciones que dieron origen al nacimiento del PRM. No olvidar que fue el abandono de las causas sociales y de las convicciones democráticas, y el autoritarismo de la vieja clase política en aquellos momentos, lo que motivó nuestra histórica ruptura.

El surgimiento del PRM fue una reivindicación de los ideales del doctor José Francisco Peña Gómez, cuyos desvelos siempre estuvieron orientados a impulsar las transformaciones y los cambios necesarios para promover la inclusión social y el progreso económico de la sociedad dominicana.

Estos han sido diez años de compromiso con la democracia, con la justicia y con el progreso de nuestro país, pero hoy no estamos aquí para hablar del pasado, sino para mirar hacia adelante, hacia el futuro que nos espera, hacia el mañana que debemos construir juntos con la participación de todos y todas.

No debemos temer al futuro ni a los retos que nos esperan. Al contrario, debemos mirarlos con la confianza de quienes han superado grandes pruebas y salido fortalecidos. Cada obstáculo superado, cada desafío enfrentado, nos ha preparado para consolidar un futuro donde la justicia, el desarrollo y la igualdad sean la norma y no la excepción.

Nuestro partido no solo debe ser una organización política electoralmente fuerte, sino también una organización confiable, con la voluntad y la capacidad de sus dirigentes para asumir los complejos desafíos de un mundo en constantes cambios.

El verdadero significado de los aportes y conducta del Partido Revolucionario Moderno no es haber llegado hasta aquí, sino dejar claro el mensaje de lo que haremos en los próximos diez, veinte y cincuenta años para seguir siendo un referente de integridad, de transparencia y de compromiso con el bienestar del pueblo.

Creemos profundamente en nuestro país y en el fortalecimiento de sus instituciones, y esa convicción la hemos trasladado a nuestra acción de gobierno y a la propia Constitución, cuya reforma promovimos hace pocos meses. Siempre defendimos que el poder es temporal, y que debe estar al servicio de los ciudadanos y del país. Por eso hemos utilizado nuestra gran mayoría congresual para autolimitarnos en el ejercicio del poder y consolidar el papel de una justicia independiente.

Lo que demandábamos hace diez años, hoy y gracias a nuestro partido es ley.

Compañeros y compañeras,

El PRM nació con una misión clara: renovar la política, devolverle la dignidad a nuestro pueblo y garantizar que el Estado esté al servicio de la gente.

Pero la historia no se detiene, la historia nos exige seguir evolucionando, seguir modernizándonos, seguir escuchando a los ciudadanos y responder con soluciones a sus necesidades y aspiraciones.

Para ello, nuestro partido cada día debe ser ejemplo de unidad, de disciplina partidaria y sano compañerismo. La historia nos enseña que la unidad nos hace fuertes y nos prepara para la victoria.

Pero nuestro partido también debe ser ejemplo de trabajo eficiente en el gobierno y principal abanderado del buen uso de los fondos públicos y la rendición de cuentas. El compromiso del PRM contra la corrupción y en favor de la transparencia y la ética, debe ser siempre irrenunciable.

Por igual el PRM debe ser celoso guardián del Estado de Derecho y el fortalecimiento de las instituciones jurídicas sobre las cuales descansa nuestra democracia y el ejercicio plural del Poder, garante de la estabilidad política y la paz social.

No somos un partido de nombres ni de individualismos; somos un partido de ideas, de programas y de acción colectiva.

Como Partido gobernante, el PRM tiene la obligación de garantizar la estabilidad política y social, pero también liderar los cambios para hacer del nuestro un país plenamente desarrollado y donde cada ciudadano tenga la oportunidad de realizar sus aspiraciones, con sus derechos garantizados y protegidos por el Estado.

El Partido debe ser fiel al compromiso con el cual surgió de trabajar a favor de la gente y liderar los cambios y la solución de los problemas allí donde vive la gente. En los territorios, en cada rincón del país, en cada barrio y en cada campo, allí debemos estar presentes y ser catalizadores de la acción del gobierno.

Nuestra fortaleza radica en que somos un partido inclusivo, donde todas las voces tienen cabida y donde cada dominicano encuentra un espacio para aportar al desarrollo de su país.

Nuestro pilar más sólido y nuestra brújula más fiable es nuestro compromiso con la gente y las aspiraciones ciudadanas.

Por eso siempre debemos tener presente que la política, la buena política, no puede ser vista nunca como una lucha de intereses individuales, sino como la herramienta más poderosa para transformar la sociedad y mejorar la vida de las personas.

Somos un partido que escucha. Y escuchar al pueblo no solo significa atender sus reclamos, sino traducirlos en políticas públicas que lleven soluciones a las necesidades y problemas de la gente.

Cada política implementada, cada reforma aprobada, cada decisión tomada tienen como propósito mejorar la calidad de vida de los dominicanos. Por eso seguiremos por ese camino, fortaleciendo los canales de comunicación con todos los sectores de la sociedad, para asegurarnos de que todos se sientan representados en nuestras acciones y decisiones.

Desde su fundación, el PRM ha demostrado ser la opción de cambio y progreso que el pueblo dominicano anhelaba. No solo hemos ganado las dos últimas elecciones presidenciales, sino que hemos consolidado nuestra presencia en cada nivel de la vida política nacional.

Desde los municipios hasta el Congreso, cada triunfo ha sido una reafirmación del respaldo popular a nuestro proyecto de nación, un respaldo que nos obliga a trabajar para seguir transformando la República Dominicana y con ello seguir concitando el respeto y la confianza de los ciudadanos.

Pero este éxito también conlleva una gran responsabilidad: la de seguir gobernando con transparencia, con eficiencia y con el compromiso inquebrantable de mejorar la vida de cada dominicano y dominicana.

El PRM ha demostrado en estos años mucha responsabilidad y un profundo respeto por la democracia. En el gobierno hemos enfrentado desafíos enormes, desde crisis sanitarias y económicas hasta retos globales que han puesto a prueba nuestra capacidad de liderazgo.

En estos algo más de cuatro años al frente del país hemos trabajado para hacer realidad muchas de nuestras promesas. Hoy, la República Dominicana crece por encima de la media de América Latina, crea más empleo, aumentan los salarios, disminuye la pobreza, se ha consolidado la seguridad alimentaria y se invierte de manera más eficiente, reduciendo los gastos innecesarios.

Esto es cambio, esto es trabajo a beneficio de la gente, esto es progreso.

Hacemos los que dijimos. Cumplimos con nuestra palabra dada al pueblo dominicano.

Pero, compañeros y compañeras, no basta con estar haciendo un buen gobierno. No basta con haber puesto en marcha reformas que ya están transformando nuestro país.

El desafío que tenemos por delante es el de construir un partido cuyas ideas, energías y capacidades permanezcan al servicio del desarrollo y el bienestar del pueblo dominicano. Un partido que sea sinónimo de estabilidad y confianza, y motor de progreso económico.

Por eso, es fundamental fortalecer la unidad, promover la participación y garantizar una estructura organizativa que llegue a todos los sectores de la sociedad.

El PRM tiene que ser el partido de los jóvenes, de las mujeres, de los profesionales, de los emprendedores. De todos los que quieran contribuir con sus ideas y su trabajo a construir una República Dominicana mejor.

Compañeros y compañeras,

Por mucho tiempo los dominicanos han desconfiado de la política, al verla en muchas ocasiones como un medio para el beneficio personal y no para el servicio público.

El PRM nació para cambiar esa visión, y hemos demostrado que avanzamos en ese objetivo.

La gente cree en nosotros porque hemos demostrado que se puede gobernar con honestidad, con eficiencia y trabajamos para seguir mejorando aún más. Esa confianza es un tesoro que debemos cuidar cada día con una conducta responsable y trabajo al servicio del país.

Ahora nos toca consolidar esa confianza, no solo con palabras, sino con acciones concretas. Debemos seguir promoviendo la transparencia, combatiendo la corrupción, garantizando la independencia de los poderes del Estado y construyendo un gobierno más cercano y más eficiente. La tarea política está siempre incompleta y por eso siempre nos tiene que tener trabajando por nuestro país.

Estos 10 años de aportes y logros indiscutibles, si bien nos hacen sentir satisfechos, nos convierten también en la mejor herramienta para enfrentar los desafíos del futuro.

Debemos construir una organización que trascienda las gestiones de gobierno y que se convierta en un modelo de institución política para las generaciones venideras.

Queremos un PRM que siga creciendo, que siga atrayendo talento, que se mantenga fiel a sus principios y que siempre esté al servicio del pueblo. Un partido que garantice la estabilidad, pero también la renovación y el progreso continuo de nuestra nación.

El PRM es el partido moderno, visionario y comprometido que necesita la República Dominicana.

Hoy, al celebrar nuestro décimo aniversario, reafirmamos nuestro compromiso con nuestros ideales, nuestras luchas y con el bienestar del pueblo dominicano. No miramos atrás, sino hacia adelante, con la certeza de que el mejor tiempo para nuestro partido y para nuestro país está por venir.

Sigamos trabajando unidos, mantengamos vivos los sueños de Peña Gómez de una República Dominicana próspera, libre y democrática.

Es nuestra responsabilidad, la de todos los que formamos esta organización, luchar por mejorar nuestro presente y construir un mejor futuro para el disfrute de cada uno de los hijos de esta tierra.

Estos diez años son nuestro mejor aval, y son solo el principio. Hoy comienza un mañana que será siempre compartido.

Vamos hacia delante, con unidad, con fuerza, con ilusión, con ganas de victoria y con amor infinito a nuestro país.

¡Viva el Partido Revolucionario Moderno!

¡Viva la República Dominicana!

Muchas gracias y que Dios bendiga a este partido y a todo el pueblo dominicano.